lunes, 31 de diciembre de 2012

Sueños en Año Nuevo



Poniendo a punto el reloj de la Puerta del Sol

     Empezamos el año nuevo, por cierto con una rima horrenda, y parece momento también de hacer un recuento obligado de lo que hicimos durante el año y, como no, de nuestras lecturas. El mío es bastante sencillo: he leído mucho, pero no se acerca ni a la mitad de lo que me hubiera gustado leer y posiblemente he apuntado más libros para el próximo año que consumí en el transcurso de este y... me han gustado casi todos por algún motivo, el que sea, y los que no me han gustado.... bueno, esos procuro olvidarlos rápidamentente, por eso no los traigo a mi estantería virtual.

     Todo esto se resumen en que el año entrante quiero seguir leyendo y descubriendo autores. Porque si algo me ha proporcionado esta ventana virtual es la posibilidad de descubrir autores que no se encuentran en las librerías con facilidad. Así que si estáis pensando en escribir un libro, adelante. O apuntaros a un curso:  Verbalina por ejemplo da unos cursos estupendos on line para escritores (y con descuento si vas desde aquí dando el nombre de este blog). Una opción para aprender y aprovechar y ¡escribir! Sobre todo esto último es muy importante que no dejéis de hacerlo.

     También están las personas que despegan, los primeros libros, como Mónica que nos sorprendía hace poco con su libro en Amazon. Cuéntame una noctalia dice, y, como no se lo que es una noctalia... pues uno que me apunto. En busca de un hogar, es el título de otra primera obra, la de Claudia, que conocemos muchos de aquí y ¿quién puede negarse a dar un hogar a una historia? yo, desde luego, no soy capaz.Y Luna María Soler nos daba la noticia hace apenas unos días de la salida en papel de La orden del sol, que podemos empezar a ver aquí, aunque hay que tener cuidado... engancha. Son proyectos, sueños, letras nuevas de personas en cuyo lugar nos podemos poner fácilmente. Por qué no decir dentro de unos años o meses: "recuerdo cuando estaba empezando, recuerdo sus comienzos"... por qué no compartir ese sueño con el que seguramente se lanzan a la aventura de publicar. La ilusión de ver su obra, su portada, su nombre escrito debajo y de saberse leídos. Sueño que ya comenzaron personas como Sonia, con La habitación de piedra y que espero que continúen con sus historias, porque las dos que tiene son maravillosas.
     Porque para eso sirve el Año Nuevo, para soñar con proyectos y propósitos que no siempre se cumplen pero, al menos durante unas horas nos los permitimos cerrando los ojos y dejando volar la mente. Ese día se nos permite soñar a todos como mínimo hasta que se pierda el eco de la última campanada.

     Tengo por costumbre en estas fechas, algunos lo sabéis, desear que los sueños se hagan realidad. Por qué no, puestos a desear ya se que la paz mundial queda mucho mejor, pero con cientos de aspirantes a miss todos los años diciéndolo de forma constante ante los jurados... prefiero quedarme en algo más personal y desear que aquello que se anhela y por lo que se trabaja, esté un poquito más cerca.
     Al próximo año le pido que me espere, que espere a que un día como hoy, a punto de terminar el año, me pueda sentar a contaros historias de sueños, mientras miro de reojo Submundo para ver si lo termino mañana, porque hoy quiero terminar El diablo a todas horas que me queda muy poquito. Así, tal vez pueda comenzar el año con El país imaginado, un título que se me antoja perfecto para estas fechas y alternarlo con mi lectura más pausada, La broma infinita.Una lectura que haré además en grata compañía. Así espero que el año que viene, un día tal y como hoy, podré sentarme a contaros lo mismo, con otros títulos, con otros nombres, pero con la misma compañía. Dentro y fuera del blog, justo detrás de mí.

     Y vosotros, ¿qué le pedís al próximo año?

     Gracias, por todos y cada uno de los días. Os deseo un muy Feliz Año Nuevo.

sábado, 29 de diciembre de 2012

84 Charing Cross Road. Helene Hanff




     "Pero... no sé..., tal vez sea mejor que nunca haya estado allí. Soñé tanto con ello y durante tantísimos años... Solía ir a ver películas inglesas sólo para familiarizarme con las calles. Recuerdo que años atrás un muchacho al que conocía me dijo que las personas que viajaban a Inglaterra encontraban exactamente lo que buscaban. Yo le dije que buscaría la Inglaterra de la literatura inglesa,  y él asintió y me dijo:"Está allí.""

     Hay una iniciativa rodando por la red, El bloggero invisible. en ella los que se apuntan envían un libro a la persona que les toque y reciben igualmente uno cuya procedencia no conocerán hasta no abrir el paquete que les haya sido asignado. Comentaba Margalida hoy que ella enviaba este libro y no pude por menos que recordar lo que había disfrutado durante su lectura. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, 84 Charing Cross Road

     Conocemos a Helen Hanff, una escritora desconocida que vive como puede en Nueva York y a Frank Doel, un librero inglés un tanto puntilloso que vive con su esposa Nora y sus dos hijas. Entre amgos, el azar hace que se establezca una correspondencia de amantes de los libros con un tono cada vez más personal.


     Esta historia está basada en un hecho real, en la vida de la propia autora para ser más exactos. Me explico: Helene Hanff nació en USA en 1916 en el seno de una familia entusiasta del teatro. Pronto supo que se dedicaría a escribir y en los años treinta disfrutaba de una beca para un seminario sobre escritura dramática. En 1949 descubre un anuncio en el New York times que hablaba de una librería de viejo en Charing Cross Road, Londres. Así nace la historia real que años después compartiría su autora con el mundo y que haría emocionarse a muchos lectores.

     Hoy traigo uno de esos libros que tanto nos gustan a los lectores empedernidos. Un libro que habla sobre libros y sobre el amor a la literatura. No deja de ser una historia sencilla en la que vamos conociendo a sus protagonistas y encariñándonos con ellos. Sonreímos también por las diferencias de carácter entre ambos y sorprendemos a una esposa que asiste a esta dilatada relación por carta sin terminar de encajarla. Es un libro cortito que nos cuesta posar hasta conocer su final, que nos emociona cuando vemos que llega comida para compartir entre los empelados, con gesto, con detalles. Y que nos hace buscar muchas veces entre las líneas de esas cartas las palabras que sentimos que faltan. Las que parece que se quedan con las ganas de decir o tal vez, las que nos gustaría que se dijeran. Avanzamos deseando saber qué es lo que sucederá con esta amistad, hemos visto que les ha influído, su evolución... y no podemos evitar querer saber más, imaginarle a él viajando a conocerla o tal vez a ella atravesando las puertas de la librería. O nada de lo anterior... pero la duda hace que sigamos avanzando en la historia con verdadero interés.
     Un libro íntimo que deja un buen sabor de boca y una lectura a tener en cuenta para pasar una magnífica tarde de invierno. O tal vez me gustó porque yo también soy una amante de los libros.

     ¿Os influye si compartís las pasiones de los protagonistas de una historia para que os caigan mejor o peor? A mi está claro que sí.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Anecdotarios



     Como buen día de los inocentes seguro que muchos venís de leer alguna de esas bromas que nos colocan los periodistas en las noticias. de verdad, debo de tener poco sentido del humor pero le veo poca gracia a que me cuenten que Burger King ha sacado una Whopper para zurdos, igual que la normal pero con los ingredientes girados ciento ochenta grados. De hecho, si me tengo que remontar a alguna broma divertida en los medios... seguramente acabaría una vez más en la emisión radiofónica de La guerra de los mundos, aunque me temo que eso no sería exactamente una inocentada. He visto bromas de todo tipo, graciosas, crueles, olvidables e incluso alguna que ha sentado tradición, como la de las carreras de bañeras en Estados Unidos. Sin embargo no veía ninguna que me convenciera.
     Estaba claro, la tenía que idear yo. Inicialmente era fácil, os podía contar que leer perjudica la salud, porque los libros cogen polvo, pesan... y son armas mortales con esas páginas afiladas como cuchillos de teletienda. Pero no he podido, sólo de pensar en decir que no me gustan los libros empecé a sentirme mal. Así que opté por cambiar de tercio y hablar de mi relectura de Ray Bradbury y de como decidí seguir la sugerencia de su libro más famoso. Y acabé así haciendo una improvisada pira con mi biblioteca en el pasillo... ¿el primero para la quema? Los libros arden mal, por supuesto, el título lo merece. Pero me sucedía lo mismo, ya no era malestar sino una especie de vértigo el que se iba apoderando de mi cuerpo. Pareciera que todos los libros de la habitación me hablasen al unísono provocando que me pitaran los oídos. En fin, que no podía ser, me tenía que buscar otra cosa que elevase el sentido del humor para homenajear una fecha que todos conocemos por las bromas que se gastan y no por si nació o murió tal o cual persona.

     Al final, y por una de esas raras asociaciones, acabé pensando el nos "Anecdotarios" tan de moda hace un par de años. Parecía que todo aquel que tuviera un trabajo estaba en el derecho, qué digo derecho, tenía el deber de compartir con todos sus peripecias. Y así nos enteramos que había médicos, enfermeras, profesores... que iban a su trabajo sabiendo que en algún momento se iban a reír. Y por ende y un módico precio, lo haríamos nosotros pasado el tiempo de rigor. Reconozco que me leí un par, tres tal vez, pero pronto entendí que la diferencia entre una anécdota y un libro que las recopila es la ausencia de ambiente. No hay amigos, ni cañas, ni codazos y eso le resta encanto. Me distrajeron, sí, pero también se me mezclaron hasta el punto de no recordar la profesión de sus protagonistas. Son libros de consumo rápido que dejan alguna sonrisa y poco poso.

     Porque a ver, digo yo que todos tenemos una anécdota que contar, ¿no? Yo recuerdo una vez que se descolgó un estante en el que tengo libros, por la noche claro. Se posó encima del que estaba debajo dejando una inclinación perfecta para que fueran cayendo los libros retumbando contra el suelo. Como si fueran pasos, uno tras otro... Ni que decir tiene que no lo descubrí hasta la mañana siguiente, la noche la pasé quieta y callada. Como corresponde.

     Y vosotros, ¿compartís alguna anécdota relacionada con libros?, ¿habéis comprado alguno de estos "Anecdotarios"?

     Gracias

jueves, 27 de diciembre de 2012

El ruido y la furia. William Faulkner




     "A través de la cerca, entre los huecos de las flores ensortijadas, yo los veía dar golpes. Venían hacia donde estaba la bandera y yo los seguía desde la cerca. Luster estaba buscando entre la hierba junto al árbol de las flores. sacaban la bandera y daban golpes. Luego volvieron a meter la bandera y se fueron al bancal y uno dio un golpe y otro dio un golpe. Después siguieron y yo fui por la cerca y se pararon y nosotros nos paramos y yo miré a través de la cerca mientras Luster buscaba entre la hierba."

     Y si ayer llegaba con una novedad recién salida de imprenta hoy me voy a un clásico. Tal vez no demasiado antiguo, pero si de los que pueblan toda biblioteca que se  precie. Hoy traigo a mi estantería virtual un título que me parece especialmente sugestivo. Traigo, El ruido y la furia.

     En este libro conocemos a los Compson, una familia de cuatro miembros que nos van contando sus vidas. Conocemos así a Bemjy, Quentin, Jason y.. a Faulkner. Caddy, pese a ser un miembro más de la familia no tiene voz en esta suerte de novela río que nos da un retrato global bastante preciso de una familia en ese territorio llamado Yoknapatwpha que inventó el autor.

     Este libro me resultó muy curioso en su lectura. Le pesaba, y mucho, la fama de obra maestra e imprescindible, ese tipo de palabras que parece que todas sus letras pesen antes de llevárnoslo a casa. Pero finalmente me decidí a leerlo y, si bien le sucede como al de ayer, es difícil de comenzar, se aligera a medida que avanzamos su lectura. Y bien por habituarnos o porque el autor relaja mucho la presión, llegamos al final sin apenas darnos cuenta conociendo perfectamente a esta familia. Ya sabemos que no se llevan demasiado bien y que no es una familia demasiado afortunada. Caddy... bueno, tuvo una hija, lo cual afectaría a Quentin de forma drástica, no la protegió lo suficiente. Benjy en cambio es un enfermo que permanece en casa y Jason es justo su polo opuesto, no por inteligencia, sino por maldad. A lo largo de unos pocos días, cuatro, acompañamos a estos miembros, también cuatro, de la familia y nos integramos en su complejo mundo de relaciones y reacciones.

     Su título viene de un soliloquio de Macbeth en el que nos hablaba Shakespeare de "un cuento relatado por un idiota, lleno de Ruido y Furia, sin ningún significado". Con estas palabras es fácil que nos hagamos una idea del hermano al que se refiere.
     Es una novela llena de medias palabras, que vale mucho por lo que nos deja entender con claridad sin necesidad de ponerle letras y que, sobre todo, se queda en la cabeza del lector, al igual que el poso de un buen café, y provoca que lo comentemos con quienes tenemos alrededor. Mi experiencia con Faulker dista mucho de la complejidad que muchos le atribuyen al autor y, en cambio, si que se ha vuelto una costumbre buscar de vez en cuando un título suyo como forma de desintoxicarme de modas literarias. La atmósfera que consigue generar entre diálogos y descripciones casi perfectas es difícil de explicar para un lector. Posiblemente me quede en este caso con un personaje de los secundarios, como contrapunto de la familia. No os diré cual porque mi intención hoy es recomendaros que descubráis a un autor cuyo nombre, por si solo, impresiona.

     Qué me decís de nombres, ¿hay autores que, sin haberlos leído, os dan miedo?

     Gracias

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Una vacante imprevista. J. K. Rowling




     "Barry Fairbrother no quería salir a cenar. Llevaba casi todo el fin de semana soportando un palpitante dolor de cabeza e intentando terminar a tiempo un artículo para el periódico local. Sin embargo, durante la comida su mujer había estado tensa y poco comunicativa, y Barry dedujo que con la tarjeta de felicitación de aniversario no había logrado atenuar su delito de pasarse toda la mañana encerrado en el estudio. No ayudaba el hecho de que hubiera estado escribiendo sobre Krystal, por la que Mary, aunque lo disimulara, sentía antipatía."

     Así comienza el nuevo libro de la autora de Harry Potter. Un libro esperado y temido por el desconocimiento hasta hace bien poco, de la opción que había decidido tomar la autora. Porque tras un éxito como el obtenido por la autora; o se continúa la estela o se hace un cambio. Estos días, entre cenas, familiares, polvorones y loterías fallidas, me animé pese a que su portada se me seguía antojando un tanto... infantil, y hoy traigo a mi estantería virtual, Una vacante imprevista.

     Viajamos a Pagford, un pueblo al sudoeste de Inglaterra. Allí fallece el concejal Barry Fairbrother dejando una vacante que todo el mundo quiere ocupar. Conoceremos de este modo a los vecinos del pueblo, un pueblo en el que se esconden ambiciones, envidias, y muchas, muchas sombras.

    Si ahora hacemos un resumen de la historia de este libro nos encontramos con que J. K. Rowling anunció a principios de año que iba a publicar un libro para adultos, desatando así una carrera para conseguir hacerse con los derechos de la obra. El libro no saldría a la venta hasta otoño, The Casual vacancy, con resultado un tanto irregular por parte de la crítica pero unánime para el público, un millón de copias en tres semanas. A principios de diciembre, mientras esperábamos su salida a la venta en castellano, nos llegaba la noticia de la compra de sus derechos por parte de la BBC y unos días antes de las navidades lo teníamos delante. Sólo nos faltaba conocer lo que se ocultaba tras el ansiado título.

     El primer temor es lo que nos vamos a encontrar. Encasillar a alguien es fácil y, cuando Harry Potter está a las espaldas de un autor, eso pesa. Y mucho. Y supongo que tienta seguir la saga o buscar a esos jóvenes lectores que ya se han convertido en adultos mediante guiños a sus personajes de antaño. Pero no es esto con lo que nos encontramos. Rowling se reinventa a si misma y nos ofrece una novela para adultos, realista al cien por cien y que sorprende por el cambio con su anterior trayectoria. Había leído que era una historia provocadora y dura, que era difícil seguirla por lo que relataba y tampoco la he vivido así. Rowling nos lleva a ver un pueblo por dentro, sus entrañas. Entramos en las casas y las personas que viven y conocemos todas sus miserias, porque en esos pueblos de postal también existen mareas oscuras que tiñen a sus personajes. Y lo hace poniéndonos los pies en el suelo desde el principio, dejando de lado las historias de magia y afilando su pluma para perfilar a sus personajes sin simpatía alguna hacia ellos, de una forma descarnada.
     Tal vez lo más complicado sea el comienzo, esa pequeña marabunta de personas cuyos nombres se nos agolpan pero luego se van ordenando en una lectura fluida que nos conduce poco a poco por un camino con tintes bastante pesimistas. Pese a lo que nos iba relatando no me resultaba difícil seguir leyendo ni creo que buscara en momento alguno provocar, como tampoco busca que sintamos simpatía alguna hacia sus personajes. De hecho a mi no me caían bien. Pero me interesaba y mucho lo que tenía que contarme, ese retrato que iba desgranando página tras página.Y nos hace dudar sobre el final, como la vida misma, donde nada es blanco o negro aunque muchas veces es gris oscuro.

     Tengo que confesar que acudía a este libro con poca fe, casi con miedo. Y he salido satisfecha con este retrato de grupo que ofrece Rowling. Un libro que, a buen seguro, decepcionará a quienes vayan recordando sus historias de buenos, malos, y un mago con una marca de nacimiento. Pero que le hará ganar adeptos entre tantos otros lectores que se decidan a darle una oportunidad.

     Y vosotros, ¿os vais a animar a darle una oportunidad?

     Gracias

viernes, 21 de diciembre de 2012

Tuckerization




     Parece que esta época del año es la mas propicia para pensar en obras de caridad, ayudar, lo mal que están algunos, o tal vez lo mal que estamos incluso nosotros mismos. Paseando por la red he encontrado una curiosa forma de recaudar fondos que se destinan a distintas organizaciones benéficas, según quien lo organice, y que, para los amantes de las historias, resultará cuanto menos, llamativo. Se trata de la tuckerization.

     Una tuckerization, por si no conocéis el término, es utilizar el nombre de una persona real en una obra de ficción para un personaje secundario. No sirven, por supuesto, nombres famosos como el de un gobernante o una estrella del fútbol. Y además tiene que ser de forma intencionada. De hecho, el término proviene de el autor de ciencia ficción Tucker Wilson, que tenía la costumbre de incluir los nombres de sus amigos entre los personajes de sus libros.

    Pues bien, dando vueltas por la red me he encontrado que hay autores que subastan nombres en sus libros, De hecho, me topé con ello buscando información sobre el último libro de La historia de Kvothe, allí (aquí) estaba la subasta de un nombre en ese libro con motivos benéficos. La verdad es que me quedé bastante sorprendida cuando descubrí esta iniciativa. Lo siguiente que hice fue mirar los precios por los que iba pujando la gente. Sinceramente, no se me ocurrió participar, pero si que tenía curiosidad por saberlo. No me cabe duda que cualquier tipo de caridad es buena, pero si juntamos caridad y fans, la cosa puede ponerse francamente interesante. Ya no se trata solamente del destino que tomará ese dinero sino de cuanto está una persona dispuesta a pagar, en la medida siempre de sus posibilidades, para que su nombre aparezca en un libro de su autor favorito. Ese al que todos tenemos siempre "echado un ojo" por si saca un libro nuevo.

     ¿Qué os parece esta iniciativa? y... no podía faltar, ¿en qué libro os gustaría ver vuestro nombre impreso sabiendo que no es una coincidencia? Porque hoy, lo que no voy a preguntar es lo que pagaríais, porque evidentemente, eso no depende siempre de uno mismo.

     Gracias

     Me despido con esta entrada hasta el próximo día 26 si no ha terminado conmigo la peligrosa cena de Nochebuena, día en que tras brindar un par de veces, siempre hay alguien a quien se le ocurre cantar un villancico mientras estamos comiendo un polvorón. O nos pasan el teléfono.... Espero que paséis unos días magníficos en buena compañía y, como siempre digo, no olvidéis una cosa: disfrutad.
     Si alguno no está a la vuelta por aquí, pensaré que le ha tocado la lotería.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Cuento de Navidad. Ray Bradbury




     Parece que todo el mundo habla ya de la Navidad, y no, no voy a ser tan original como para no hacerme eco de estas fiestas (aunque por un momento dudé si traer algún libro sobre mayas, como una trilogía bastante conocida, debido a que se acabará el mundo en unas horas). Al final, apuesto por las fechas, las sonrisas, las comidas familiares y lo bueno y malo que todo esto implica. Hoy comparto un cuento con vosotros,Cuento de Navidad, por Ray Bradbury.

Cuento de Navidad.

     El día siguiente sería Navidad y, mientras los res se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando éstos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.
     - ¿Qué haremos?
     -Nada, ¿qué podemos hacer?
     -¡Al niño del hacía tanta ilusión el árbol!
     La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
     - Ya se me ocurrirá algo- dijo el padre.
     -¿Qué...? -preguntó el niño.
     El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó  y dijo:
     - Quiero mirar por el ojo de buey.
     - Todavía no -dijo el padre-. Más tarde
     -Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
     - Espera un poco -dijo el padre.
     El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.
     - Hijo mío -dijo  -dentro de media hora será Navidad.
     La madre lo miró consternada, había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría. El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
     - Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo?. ¿ Tendré un árbol? Me lo prometiste.
     - Sí, sí, todo eso y mucho más- dijo el padre.
     -Pero... -empezó a decir la madre.
     -Sí -dijo el padre-.Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón un momento. Vuelvo pronto-
     Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
     - Ya es casi la hora-
     - ¿Puedo tener un reloj?- preguntó el niño.
     Le dieron el reloj y el niño lo sostuvo entre los dedos; un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.
     - ¡Navidad!, ¡Ya es  Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
     - Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
     salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
     - No entiendo
     -Ya lo entenderás- dijo el padre-. Hemos llegado
     Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces, y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina y se oyó un murmullo de voces.
     - Entra, dijo
     - Está oscuro
     - No tenas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá
     Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.
     - Feliz Navidad-  dijo el padre
     Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.

     Hoy, amigos, dejo a uno de los grandes hablar de su Navidad, una fecha en la que lo niños sueñan sin importar donde se encuentren, sin que importen tampoco los regalos olvidados. Sólo esa ventana que invita a soñar son millones de estrellas. Cada uno elige cual es su ventana de los sueños. Por mi parte, os deseo que vuestros sueños se conviertan en realidad.
     Y vuestro deseo de Navidad, ¿lo compartís?
 
     Gracias

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Bienvenido a la tormenta. Daniel Múgica




     "El pastún Mustafá Sharif, Secretario General de la ONU, apareció muerto en lo alto del rascacielos Chrysler. Tenía un disparo en la frente, la cabeza vencida, el pelo sucio, los ojos abiertos y una expresión de terror que no era de este mundo. atado a la aguja del rascacielos, estaba barnizado de sangre y escarcha. Alguien le había abierto en canal y extirpado los órganos. Sólo quedaba el corazón. Por algún extraño motivo, continuaba latiendo."

     Tras leer este primer párrafo, me removí inquieta en mi silla cerrando el libro, esta vez al ser digital no necesitaba meter un dedo entre sus páginas, y pensé: "La vuelta de Múgica promete ser movida". Hoy traigo a mi estantería virtual, Bienvenido ala tormenta.

     Conocemos a Allegra, detective especializada en casos... sobrenaturales. El libro comienza con un brutal asesinato que se le encarga investigar junto a los miembros de La Banda, una compañía formada por un puñado de hombres que colaborará con un departamento recién creado en el FBI. El asesinato inicial desencadenará consecuencias en la tierra y en el bien y el mal.
   
     Hay autores que leemos en un momento determinado y luego no somos conscientes de que se han retirado porque, de algún modo, nos sigue sonando su nombre. Es pasado el tiempo, cuando vemos un nuevo título suyo, que caemos en la cuenta del tiempo que había pasado desde el anterior. Eso me pasó a mí con Múgica, me encontré un día que hablaba de la modernización y que iba a pasar tras una docena de libro, del papel al formato digital, y decidí que tenía que hacerle un hueco.

     Se puede decir en una de esas horribles genralizaciones, que hay dos tipos de libros, los que van dando una introducción de forma pausada, presentando, describiendo, y los que comienzan de forma abrupta sin medias tintas, dejando al lector sin aliento y pensando que está ante una película de acción. Bienvenido a la tormenta pertenece al segundo tipo de libros, y esa sensación cinematográfica me acompañó durante la mayor parte de esta historia trepidante.

     Estamos en un momento literario en el que los seres sobrenaturales se enamoran y luchan entre ellos por ser correspondidos por alguna pobre mortal, así que tiendo a desconfiar de las historias en las que aparecen por miedo a que se repita en ellas lo que ya nos contaron mil veces. La novela de Múgica  sin embargo, se aproxima más al protagonista de Constantine que al de Crepúsculo, la lucha entre Bien y Mal es tan antigua como el arte de contarla y aquí la tormenta que se desata no es simplemente la lucha externa sino también la interior, invitando al lector no sólo a disfrutar de una lectura concebida para entretener, sino también a pensar.

     Con un estilo directo asistimos al encuentro y lucha de Arcángeles y Demonios que han vivido entre humanos, buscamos el origen y el toque de su protagonista y nos vamos familiarizando con los componentes de la Banda. Y lo hacemos en una novela que consigue terminar sin dejar hilos suelos y que no pierde en ningún momento el lenguaje directo que nos ratifica que no estamos ante una novela de corte juvenil, sino para adultos. No es terror tampoco aunque la pluma del autor puede ser terriblemente precisa. Es, simplemente, una vuelta más para aquellos que pensaban que ya estaba todo hecho, que proporcionará a los aficionados al tema unas cuantas horas de distracción.
     Bienvenido de regreso, Daniel.

     Y vosotros que me decís, ¿leéis sobre seres sobrenaturales?

     Gracias

martes, 18 de diciembre de 2012

Vida de Pi. Yann Martel




     "Cuando has sufrido mucho en la vida, cada dolor adicional es tan intolerable como insignificante. Mi vida es como un cuadro memento mori del arte europeo: siempre aparece una calavera sonriente a mi lado para que nunca me olvide de la locura de la ambición humana. Yo me burlo de la calavera. La miro y le digo:"Te has equivocado de hombre. Tú quizás no creas en la vida, pero yo no creo en la muerte. ¡Aire!" La calavera se ríe y se me acerca todavía más, pero tampoco me sorprende. La razón por la que la muerte se aferra tanto a la vida no tiene nada que ver con la necesidad biológica; lo hace por envidia pura. La vida es tan bella que la muerte se ha enamorado de ella, un amor celoso y positivo que agarra todo cuando puede."

     A todos nos suena el título que hoy traigo. Está el cartel en una gran cantidad de marquesinas con esos ojos enormes de tigre siguiéndonos mientras caminamos por la acera. Y el trailer en la tele. Y luego ese curioso nombre, Pi, más propio casi del tigre que del joven protagonista, que hace que el título no se nos olvide. Pero antes de la película estuvo el libro y por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Vida de Pi.

     Piscine (Pi) Pattel vive en la India, hijo de un zoólogo propietario de un zoo, asistirá a los trámites necesarios para poder realizar una travesía que los lleve junto con los animales hacia una nueva vida en Canadá. Durante la travesía en barco una tormenta provocará el naufragio del mismo y la vida de este joven se tornará aventura mientras lucha por sobrevivir junto a un curioso acompañante.

     Posiblemente esté ante una de las historias más complicadas de las que hablar sin abrir una brecha tremenda que haga que sepáis demasiado. El libro comienza con la historia del niño Pi, soportando bromas sobre su nombre (va de nombres el libro) y de una forma bastante amena. Es un libro con el que comenzamos sonriendo casi a cada página con las anécdotas que nos cuenta y con la relación del chico y los animales. Pero, a medida que el libro avanza, las sonrisas se van espaciando, incluso empezando a escasear para terminarlo con buen sabor de boca pero una expresión grave.  Tengo que decir que hay un momento en que nos encontramos las reflexiones religiosas que yo temía fueran a ser la parte central del libro. Y no, no tienen tanto peso ni están tratadas con la profundidad suficiente como para resultarnos pesadas. Y antes de darnos cuenta ya hemos naufragado acompañados de un puñado de animales y empieza esta aventura cuyo final nos deja totalmente aturdidos. Y satisfechos, lo cual es bastante difícil cuando se hace lo que Martel osa hacer en esta complicada historia.

     Temí en un primer momento, y no tengo del todo claro el motivo, que este libro tendiera a la autoayuda. Tal vez por la estética de la portada, tal vez porque había leído que trataba temas religioso/teológicos entre varias religiones... no lo sé, el caso es que me confundí y me llevé una sorpresa tremenda. Primero por el comienzo, la parte central es la más normal, incluso se ralentiza un poco en el momento que toca la isla; y segundo por el desenlace. Os comentaría más cosas, el nombre del tigre, la forma que termina... pero, como ya dije al comienzo, os haría un flaco favor. Creo que estamos ante una obra que no admite demasiadas medias tintas, o te gusta o no puedes con ella. En todo caso es una historia de aventuras, reflexiones y supervivencia y, sobre todo, una historia diferente. Si, ya se que hay muchas historias de náufragos, de hecho a todos nos vienen a la mente un par particularmente famosas, pero no con la compañía de nuestro amigo. Por eso estamos ante una de esas aventuras que no te sueles encontrar escondida debajo de las tapas de un libro.

     Tengo aún que decidir si veré o no la película. Sinceramente, no estoy muy animada a ello pese a las buenas críticas, tanto profesionales como de amigos. Y vosotros, ¿conocéis la Vida de Pi o teneis pensado hacerlo en su versión escrita o cinematográfica?

     Gracias

     PD. Me quedo con las ganas de hablar más del tigre.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Agatha Christie, Miss Marple y Poirot




     Estas semanas he hablado de novela policíaca Si hay una autora conocida por todos en este género es precisamente Agatha Christie. Evidentemente es imposible tener una entrevista en este blog con ella, pero eso no hace que sea imposible acudir a su casa y conocerla un poco más. A fin de cuentas escribía ficción, ¿por qué no jugar con la ficción de sus conocidos personajes?

     Agatha Christie era hija de un rentista bien situado en Nueva York. Quedó huérfana con once años y recibió entonces una buena educación en colegios privados. Terminada esta se trasladó a estudiar canto en París y en 1920, mientras trabajaba como enfermera, nacía Poirot, que pronto compartiría protagonismo con Miss Marple. Se casó en 1914 y se divorció en 1928, datos hoy irrelevantes que en aquellas fechas eran mucho menos comunes. Situémonos, corría el mes de diciembre de 1937 cuando su coche apareció abandonado cerca de una carretera y no sería hasta once días más tarde que no apareció en un hotel registrada a nombre de una amante de su marido. Encontrada por su familia recibió tratamiento, se casó nuevamente y pasó una vida normal, viajando mucho y siempre escribiendo.

     Hasta aquí todo es cierto, pero, ¿qué pasó esos once días?, ¿quién podría hacer cábalas mejor que sus dos detectives estrella? Sentados a una mesa en un viejo hotel inglés, un tanto maltratado por el paso del tiempo sin una buena reforma, exhalando un cierto olor a rancio entre ricos tapices, encontramos a Poirot, bajito, con una cabeza inusitadamente redonda y un cuidado bigote que muchos podrían tildar de ridículo. Belga de nacimiento y exiliado a Inglaterra tras la ocupación alemana de Bélgica, sorprende la apariencia respetable y el lustroso bombín. No podemos menos entonces que fijarnos en su anciana acompañante. Se trata de una de esas viejecitas con pelo como algodón que tanto proliferan en las tardes de primavera por los parques ingleses. Esta en particular, responde al nombre de Miss Marple y ha viajado a Londres desde su pueblo natal, St. Mary Mead, acompañada de su sobrino Raymond, escritor.
     Tal vez entre ambos pudieran decirnos donde estuvo su creadora en el espacio de esos once días, pues muchos son los asesinatos y misterios resueltos por su perspicacia. En el caso de Poirot sabemos que es detective, pero que no se quedará en tomar unas simples huellas dactilares, sino que buscará entre los detalles, las sombras que pueden pasar desapercibidas y que, precisamente por eso, son más susceptibles de ser dejadas "por descuido". Es imposible que exista el misterio perfecto, afirma interesado en la psicología. Miss Marple en cambio, usaría sus deducciones basadas en la observación y conocimiento de la naturaleza humana. No en vano hablamos de su creadora, la ha de conocer bien. La propia anciana, que a ratos puede parecernos un tanto cotilla, reconocerá su interés en las vidas ajenas harta ya de conocer la suya propia. Y entre ambos, cabeza contra cabeza, barajarán hipótesis y visitas realizadas, rutas alternativas, pasiones, entradas y salidas para darnos al fin, la resolución al gran misterio. ¿Dónde estuvo esta autora de grandes títulos que muchos conocimos en la adolescencia y nos hizo viajar y recorrer mundo y encontrar un cadáver en la biblioteca?
     Se hace el silencio por un momento mientras Miss Marple, atenta siempre, se descubre observada y nos mira inclinando la cabeza con una sonrisa, Poirot se levanta con sus teatrales modos (le encanta este momento), y nos dice una única frase.

     ¿Acaso no es justo que una autora de novelas de misterio, nos deje también su propio interrogante?
     Y es que esta autora, cuyo nombre resuena entre títulos como Diez negritos o Asesinato en el Orient Express será de los nombres que se escriban en un futuro en los libros de texto escolares, o en los e-textos escolares, o tal vez en ninguno porque es difícil saber que nombres pasarán dentro de cien años a la historia literaria. Lo que si es cierto, es que hoy por hoy, sus múltiples títulos siguen siendo reeditados, comprados y disfrutados por muchos. Hacemos cábalas junto a sus detectives, buscamos pistas y asesinos entre las visitas a la hora del té y los regalamos sabedores de que proporcionan una tarde lúdica y, posiblemente, una afición a seguir descubriendo títulos de la misma autora.

     Hoy, sin ser capaz de elegir un único título de la prolífica Agatha Christie, hago sitio en mi estantería virtual a los aproximadamente ochenta títulos que firmó esta autora, a teatro, novela, envenenamientos, anónimos, atropellos... y a una moda: la de la novela policíaca. En mi caso fueron entrando principalmente por coleccionables que fui completando con otros coleccionables, pero os aseguro que tengo una gran parte de su obra y si me ha quedado una duda es precisamente la que me permitía trasladaros en esa presentación ficticia de sus dos personajes más famosos. ¿No tenéis la sensación de que muchos de los autores de misterio, tienen alguna sombra en su vida?

     Gracias

   

sábado, 15 de diciembre de 2012

Carta a los Reyes Magos




     Queridos Reyes Magos:

     Este año me he portado muy bien... bueno, casi. Reconozco que me he retrasado dos veces al devolver libros en la biblioteca y que he tenido tres semanas de más otro que me prestó una amiga... pero los devolví. Incluso, uno sin terminar. También he roto la esquina de tanto doblarla de un libro a la que puse celo, y ya no he doblado hacia atrás los libros que son de tapa blanda. Fiel a lo que "predico" compro los libros, en papel o digital dependiendo de la disponibilidad. Y el precio. Y también de los mercadillos y tiendas de "viejo" que cada día me gustan más.

     Este año quiero... a ver, que he perdido práctica en esto de dirigirme a vosotros. Y, como si fuera la lectura del proyecto de fin de carrera, me está costando arrancar. Este año quiero que le digáis a George R. R. Martin que ya es hora de que llegue el inverno a Invernalia y me cuente lo que ha pasado con alguno de mis personajes favoritos; ¡por favor, no le dejéis matar a ningún Stark!; si el precio es ese... casi que prefiero esperar. También quiero acompañar a Kvothe y ver Ferulian y conocer princesas y quiero conocer a Neal Carey, que me han dicho que es un investigador muy amigo de un tal Don Winslow. En realidad, sueño con muchas cosas para este año, incluso con El sueño del otro, que dicen, nos lo contará un autor que conoció a un Asesino Hipocondríaco una vez. Quiero conocer como son Noche y día y a la familia Landrake y sus  secretos, hasta ahora sólo conocidos por Elizabeth Edmonson y tengo entendido también que Murakami nos hablará de un seismo en Después del terremoto, basado en una historia real, todo un cambio en la línea del autor.... o tal vez no. Y descubrir autores que comienzan, que empiezan su carrera literaria por ejemplo Saliendo de la estación de atocha, porque no siempre hace falta emprender viajes desde muy lejos. Como tampoco llegará de lejos la autora del premio Tusquets con Las poseídas... Me gustaría saber también si Todas las miradas del mundo se van a dirigir a los Jóvenes corazones desolados de Yates, y quiero conocer a ese gran novelista, Limonov, de la mano de Emmanuel Carrére y acercarme al nuevo libro de Irving, al que ya acompañé por Twisted River, para conocer a Personas como yo.
     Pero esto es una carta privada y por eso me permito pedir lo que no se si está escrito y no aparece en catálogos de novedades. Por pedir... pido que todos los que saben sigan escribiendo para que todos los que leemos podamos seguir haciéndolo. Tal vez este año La ciudad de los ojos grises que tanto he visto que ha gustado, deje paso a otros ojos, que nos cuenten otra historia en la que, tal vez aparezca Zuñiga, un viejo amigo, o puede que no sea él, sino otro el nombre que pase a engrosar la lista de viejos conocidos a los que acompañar de la mano de su autor.  Porque si algo tenemos los lectores es que somos exigentes y pedimos más, siempre más. Y como no se lo podemos decir al autor... pues le toca a Melchor o Gaspar hacer el trabajo.

     Se que es pronto para cartas, que aún no habéis empezado, pero me han dicho que hay por ahí un calendario de nosedonde que habla del fin del mundo para dentro de unos días... y quería asegurarme. Por si acaso. Aunque no soy de profecías, es más, ni siquiera creo que los formatos digitales vayan a terminar con el papel (pero por si acaso, por eso de curarme en salud... echadme una mano también en eso, no vaya a quedarme poco a poco sin el placer de ver libros amontonados por casa, no sería lo mismo no hablar con mi librero de toda la vida y recomendarnos libros, o fisgar lo que compra quien tengo delante para terminar llevándome un par de libros más de los que había cogido en un primer momento).

     No se si me he extendido mucho, o si ahora debo de pedir también un par de calcetines. Pero lo que os dejaré será un trozo de roscón, un poco de agua para los camellos y tres vasos de leche. Que anda la Guardia Civil haciendo muchos controles en fechas festivas y no quiero causar un disgusto a nadie por el dichoso carajillo. Y, por si os da por leer mi carta de entre todas las recibidas, invito a todo el mundo a pedir un libro. Sólo por si acaso.... porque estas fechas se nos permite soñar, aunque sea con un libro solamente.

     Atentamente:

     Mientrasleo

     Gracias

viernes, 14 de diciembre de 2012

Yo mato. Giorgio Faletti




     "El hombre es uno y ninguno.
     Carga desde hace años con su rostro pegado al cráneo y su sombra cosida a los pies, y todavía no ha logrado comprender cuál de las dos cosas pesa más. A veces experimenta el impulso irrefrenable de despegárselos, colgarlos de un clavo y quedarse allí, sentado en el suelo, como una marioneta a la cual una mano piadosa ha cortado los hilos."

     La primera vez que me topé con este título pensé que sería una novela habitual, más de lo mismo, asesinatos (soy muy perspicaz relacionando títulos con argumentos). Sin embargo, en uno de esos períodos entre densas lecturas me vi en unos grandes almacenes buscando una distracción sin demasiados artificios, y acabé con este libro en la mano. Porque la lectura es muchas veces simplemente eso, distracción. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Yo mato.

     Radio Montecarlo en directo. Un locutor recibe la llamada de quien dice ser un asesino. Parece una broma pesada hasta que al día siguiente aparecen dos cuerpos. Es el comienzo de un macabro ritual para un asesino que llamará a esta radio con una pieza musical sobre su propia víctima. ¿La firma? literal, cada una con un mensaje escrito con sangre del fallecido que dice; "Yo mato".

     Si ayer hablaba de Auster y simbolismos hoy me desmarco con una lectura que esá concebida para entretener. Un libro policiaco de un asesino en serie que, por una vez, no pertenece a una saga interminable. Porque parece que se ha puesto de moda que este tipo de libros pertenezcan a sagas así que se agradece poder realizar lecturas independientes. En este caso el protagonista es un agente del FBI que ha perdido a su esposa llamado Ottobre que necesitará de la colaboración del policía encargado del caso. La novela no sólo será la búsqueda de este asesino sino la forma en que dicho trabajo hace que Ottobre coloque sus recuerdos y organice su vida.

     El autor cuida bastante los detalles así que vamos conociendo a sus distintos personajes, incluso las víctimas, para así poder jugar a "los detectives" y resolver el misterio. Le acompañan además descripciones de una tierra poco habitual en este tipo de libros. Y no hablo de Malasia o África, no, se trata de Mónaco. El libro, de ritmo un tanto irregular, a ratos calmado para luego dar un acelerón, consigue enganchar al lector que sortea las víctimas para dar con el asesino. Y tenemos todos las pistas, incluso nos olemos su identidad antes de tiempo, pero no importa demasiado. Porque no siempre se trata de buscar una obra maestra, de hecho a veces ni siquiera se trata de buscar al asesino, sino de disfrutar de una lectura amena cuyas páginas parece que se van volando entre nuestras manos.  Y tenemos también la historia del asesino, y de sus crímenes, algunos de ellos tremendos, y de los secundarios que nos aparecen. Por ponerle un defecto tal vez le pasa como a muchas películas de este tipo, le sobra un poquito de extensión pero deja una sensación de entretenimiento y satisfacción que muchos dejamos de buscar en la televisión hace ya mucho tiempo. Y es que estamos ante un best seller al uso que cumple perfectamente con lo que se espera de él, cosa que no todos pueden afirmar.

     Como ya he comentado alguna vez no soy una asidua espectadora de la llamada "caja tonta", y considero además que no está reñida con la lectura, así que os pregunto: ¿Creéis que está tan reñido como nos dicen a televisión y la literatura?

     Gracias
   

jueves, 13 de diciembre de 2012

El Palacio de la Luna. Paul Auster


     "Fue entonces cuando empecé a leer los libros del tío Víctor. Dos semanas después del entierro elegí al azar una de las cajas, corté cuidadosamente la cinta adhesiva con un cuchillo y leí todo lo que había en su interior. Resultó ser una extraña mezcla, embalados sin ningún orden o propósito aparente. Había novelas y obras de teatro, libros de historia y de viajes, manuales de ajedrez y novelas policíacas, ciencia ficción y filosofía; un caos absoluto de letra impresa. No me importaba. Leí todos los libros hasta el final y me negué a juzgarlos."

    Hay autores cuyo nombre resuena a la hora de hablar de premios, de autores de culto, de grandes obras. hay autores que tejen universos en los que los lectores nos adentramos sin darnos cuenta y cuyas piezas encajamos en cada libro y con cada libro, sin darnos cuenta de que nos vamos quedando presos en ellos. El libro de hoy pertenece a uno de esos autores. Hoy traigo a mi estantería virtual, El palacio de la luna.

     Conocemos a Marco Stanley Fogg hijo de madre soltera que pronto queda huérfano al cuidado de su tío. Este fallece dejando como herencia muchas cajas con aproximadamente un millar de libros.Lo acompañamos durante sus viajes interiores y exteriores que lo llevarán por todo el país, incluso a conocer a su padre.

     Fijáos si este libro trata de viajes que Auster ya nos lo dice con el nombre de su protagonista. Nada menos que Marco (Polo) Stanley (Dr. Livingstone) Fogg (Phileas Fogg). Sin embargo es mucho más que un libro de viajes. Como siempre, Auster se rodea de grandes personajes, tenemos a Kitty complementando a Fogg, tenemos a Zimmer que nos aparecerá en otro título del autor aquí se refuerza la idea del Universo de Auster , y a mi favorito, Effing, todo un carácter. Es algo habitual en sus libros además, que existan personajes fuertes para todos los gustos y que cada lector empatice con uno de ellos. De hecho este es para mí uno de los puntos fuertes del autor.
     El libro parte de un comienzo abrupto, rápido, que baja de intensidad al sustituir el diálogo por la descripción. Sin embargo no se ralentiza demasiado sino que alcanza un ritmo constante en el que el autor se siente cómodo y el lector también. Cumple con los requisitos de Auster, dificultades, penurias, retos y brillante final. Pero añado además el toque literario, esos libros que tiene que vender para costearse la vida y que decide leer antes de deshacerse de ellos. Es difícil no ver un toque hermoso en ese detalle a todos los que somos aficionados a la lectura. Y nos vamos dejando engullir por el argumento, y vemos a su protagonista en parques, buscando trabajo y descubriendo que las mejores cosas pasan cuando uno deja de obsesionarse en desearlas. Y entramos así en la segunda parte del libro, ya tenemos las presentaciones hechas y la historia va sola. Y aquí empieza a costarnos despegar los ojos de ella. Porque, por si no lo habíamos notado, esto es leer a Auster, dejarse caer. Así que si estáis dispuestos a hacerlo, os recomiendo este libro. Es cierto que no es el mejor del autor, mi pasión siempre señalará Brooklyn Follies, pero es una buena forma de tomar contacto.

     Ayer os daba la frase de un autor, hoy la de otro. ¿Pensáis que obsesionarnos con lo que queremos puede provocar que nos cueste más conseguirlo? Si os digo la verdad... a mi me decían eso de: Si deseas algo con la fuerza suficiente, al final el universo entero trabaja para que lo consigas. Y... siempre que sean cosas factibles, me gusta pensar que es así. O tal vez lo pienso ahora porque se acerca Navidad.

     Gracias

PD. Si queréis saber qué pinta la luna en todo esto... no os lo voy a contar.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Ayer no más. Andrés Trapiello




     "No tenía que haberme encontrado con mi padre en Santo Domingo. Desde que he vuelto es la primera vez que yo estaba allí a esa hora, por la mañana.
     Lo de las siete y media y lo que me recordó Lisa ha despertado en mí sentimientos enfrentados y engañosos. Durante muchos años fue un pobre, pequeño, psicópata. Pero digo: fue, y eso es ya como un: casi no ha sido. Digo "pobre", "pequeño", y esas palabras, pobre, pequeño, ya no podrían hacernos daño a ninguno de nosotros, aunque durante tanto tiempo no fuese precisamente ni "pobre" ni "pequeño", sino todo lo contrario."

     Me gusta la portada de este libro. Tanto como me echaba atrás el tema que intuía: La Guerra Civil; otra vez, otra más... volvemos a un tema recurrente en la literatura de nuestro país. Sin embargo el comienzo tan reflexivo que hoy os traigo me hizo darle una oportunidad y me encontré con un libro que merece la pena leerse porque da un paso para hablar de historias personales que formaron parte de una común. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Ayer no más.

     Conocemos a José Pestaña, profesor de Historia que regresa a su ciudad natal en la que almuerza ahora con sus padres una vez a la semana. En una de estas visitas se encuentra con su padre jugando una partida imaginaria con quienes fueran sus compañeros muertos en el frente hace más de sesenta años. Una imagen que lo impresiona poderosamente. Su padre, un hombre autoritario y cariñoso... al que poco después verá susurrar un perdón cuando un hombre lo reconoce en plena calle y lo acusa de haber matado a su propio padre. Si algo le queda claro a José, es que hay una historia por descubrir para entender estos hechos.

     En realidad este libro habla más de la Memoria Histórica que de la guerra en sí. Nos enfrenta los hechos reales, con los que recordamos o los que creemos que recordamos que vienen dado por lo que trasciende. Y nos cuenta también lo que recuerdan los verdaderos partícipes, y lo que preferirían no recordar. Porque siempre hay una parte que se pierde entre lo real y lo que queda en los libros. Siempre hay unos que hablan y una historia que se hace protagonista mientras que los detalles se van diluyendo con el tiempo. Entonces, ¿qué pasa cuando atisbamos que hay algo más detrás de la historia?

     Casi parece que todo lo que se diga de la Guerra Civil va a tratar de posicionarnos de uno u otro lado y eso es precisamente lo que evita el autor. En esta novela coral, contada por todos sus personajes, trata de hacernos reflexionar sobre la necesidad de ampliar el horizonte con el que valoramos las cosas. Hay una crítica a las posiciones tomadas y los intereses que muchas veces las provocan. Habla el autor de una Tercera España. La que no forma parte de verdugos ni de víctimas y que puede perfectamente ser el lector. Nos invita a partir de un hecho que se ocultó al protagonista e ir desgranando la historia para formarnos nuestra propia opinión. Podría extenderme y hablar de un lenguaje sencillo de una narrativa abundante que no se estanca porque llega disfrazada de conversaciones que son casi monólogos, y de la búsqueda de José, su historia personal, la chica, el libro, la familia, el intento de conocer esta historia protagonizada por su padre y que jamás le había relatado pero que le hará plantearse su forma de ver las cosas y de qué lado posicionarse: pero prefiero quedarme con las reflexiones que el autor nos invita a tener porque esa es la verdadera riqueza de la novela. No situarnos ante una simple historia de buenos y malos.
 
     Dice el autor casi al final del libro: "Para poder vivir hay que tener la fuerza de destruir y liberarse del pasado". Y vosotros, ¿qué opináis?

     Gracias


martes, 11 de diciembre de 2012

Otelo. William Shakespeare




     "La reputación es un prejuicio inútil y engañoso, que se adquiere a menudo sin mérito y se pierde sin razón."

     Pese a que leer teatro es complicado, hay obras que nos llegan hasta la puerta de casa. Bien sea en cine, en teatro o en listas escolares, acaban por ponerse delante de nuestra vista. Por cierto que si echo la vista atrás bien poco teatro se ha asomado a esta estantería, y es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Otelo.

     Otelo es un general moro al servicio de Venecia que enamora a Desdémona casándose en secreto. Desdémona ya tenía por enamorado a Rodrigo, un rico caballero, creándose así un enemigo el marido. Tenía Otelo a otro enemigo en casa, Iago, un hombre que estaba a su servicio y no se vio contento con el ascenso de un compañero. Así que ambos acuden al padre de la joven que lo acusa de brujería mientras Otelo lucha por la ciudad. Al ver que su plan no resulta, ideará Iago  uno nuevo desencadenando una tragedia con él.

     Decir a estas alturas que Otelo es una obra en la que se representan los celos es no descubrir nada nuevo. Os contaré que se basa en un cuento de Cintio recogido en Hecatónmitos, concretamente en Un capitán moro. Conocemos además de varias versiones cinematográficas hechas a partir de la obra de Shakespeare, una famosa ópera. Por eso decía antes, que hay títulos que se empeñan en ponérsenos delante.

    Uno de los mayores placeres al acercarse a los personajes Shakespirianos, ya sea en su forma escrita o representada, es la riqueza con la que su autor los representa. En esta tragedia dominada por las pasiones, se desgrana el amor, la amistad y la desconfianza para dar paso a la venganza y el resentimiento y volver a morder la cola del remordimiento. El descenso de su personaje central a la desesperación hace que el lector o espectador no tenga tregua, adelantándose siempre un paso a unos acontecimientos que, lejos de sorprender, lo que buscan es que nos removamos incómodos en el sillón. A lo largo de cinco actos viviremos una acción ininterrumpida que culmina con un broche redondo que justifica las alabanzas de público y crítica.

     Al igual que puede pasar hoy una lengua viperina que encuentra donde morder, empaña cualquier tipo de relación que toque. Esta vez no hablo de relaciones románticas, sino que cualquier relación puede sucumbir a esa desconfianza.

     A fin de cuentas, la confianza es más fácil perderla que ganarla, ¿verdad?, ¿o no somos tan desconfiados como nos vendemos?

     Gracias

lunes, 10 de diciembre de 2012

Una de niños




     Terminado el puente todos tenemos ya las luces navideñas encendidas. Las calles se iluminan al anochecer olvidando por un momento la crisis mientras las tiendas se llenan de opciones para regalar. Muchas de ellas en un último intento de no ahogarse en un año difícil. Pero si alguien permanece ajeno a todas estas cosas, esos son los niños. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual tres títulos que me han parecido tres buenas opciones para los mas pequeños de las casas. Hoy traigo a mi estantería virtual, ¡Oh no, Lucas!, Un poco perdido y Yo quiero mi gorro.

Lucas
     Los dos primeros títulos son para los más pequeñitos, libros llenos de color con dibujos sencillos que incluso pueden intentar copiar. No tienen mucho texto pero sí papel fuerte, que se agradece mucho en estos casos. Conocemos a Lucas, un perrito lleno de buenas intenciones... y al que le rodean las tentaciones de hacer travesuras. ¿Quién no ha querido portarse bien de pequeño y no lo ha conseguido? Hay tartas y gatos y arrepentimientos y recompensas en una tierna historia de un perrito y su amo. En Un poco perdido será un pequeño búho quien se cae de su rama sintiéndose perdido sin su madre. Tiene que encontrarla y, para ello, recurrirá a los animales del bosque. Otra tierna historia de solidaridad, amigos y galletas con final feliz. Me encantaban los finales felices cuando era pequeña.

Buscando el gorro.
     Yo quiero mi gorro es una historia para los que ya han crecido un poco (más de cinco años). Una vez más son dibujos sencillos y una historia sencilla y divertida de un enorme animal que pierde su gorro y lo busca por el bosque. Le encanta su gorro y tiene que encontrarlo.... y el autor deja que sean los niños los que, cuando nuestro amigo recuerda haberlo visto en la cabeza de un animal, se sientan los más listos de la casa al recordar ellos mismos haberlo visto también. Se podría decir que también tiene un final feliz, pero más allá de eso, el autor ha buscado una vuelta graciosa, la historia no termina cuando lo encuentra sino un poquito más allá. Y les saca una sonrisa. Una delicia.

     Mi apuesta de hoy no trata de princesas o fábulas ya conocidas, trata de esas historias que cuando las releemos, los destinatarios se las han aprendido y saben cuando llega su parte favorita. Trata de aprender y sonreír, no hay pop ups deslumbrantes ni papeles con purpurina... pero cuando miro los pocos libros que quedan de mi infancia, no son esos los que conservo con más cariño, sino aquellos que se podían leer cada noche en un ratito justo antes de dormir y convertían ese momento en el más especial del día. Ahora que recuerdo.... yo dibujaba un elefante hecho con parches de colores. ¿Por qué no enseñar ahora a un perro rojo y rosa narigudo que consigue portarse bien?

     Y vosotros, ¿no recordáis esos momentos del cuento antes de acostarse como de los mejores?

     Gracias



     PD. Se acerca la Navidad, y a los que nos gusta leer también nos gusta regalar libros y encontrar una sonrisa en los destinatarios cuando abren el regalo de Gaspar. Por mi parte, en unos días escribiré mi carta a los Reyes Magos.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Obras póstumas


Tarjetas de El original de Laura. Fuente: ABC

     Justo antes de morir, allá por 1977, Vladímir Nabokov mandó quemar su obra inacabada, El original de Laura. Su hijo, encargado de la tarea, decidió ignorarlo y esta obra acabó siendo un éxito en ventas en muchos países.


     Es curioso como proliferan los libros de autores fallecidos. Y no, no hablo de segundas ediciones o de reedición de clásicos. A lo que me refiero es a la creciente sensación de que en el más allá, a la altura del limbo, hay un despacho con un editor que pregunta el lugar en el que guardaba el autor sus manuscritos. No se si a cambio de una reducción de condena, o de un aumento dependiendo de quien sea, o tal vez a cambio de un café ristretto, los autores confiesan. Dicen el lugar exacto, el cajón y el momento en que dejaron sus papeles olvidados, reposando o incluso encerrados como si de un diario secreto se tratara. Y ya tenemos historia.

     Cada vez son más autores los que siguen firmando títulos de forma figurada porque ya no están entre nosotros. Os parecerá una tontería pero me deja bastante descolocada que la primera edición de un libro sea varios años después de la muerte de su autor. Y más si no hay un motivo real para ello. Me explico... hay títulos que por cuestiones políticas se prohíben en un país, y han de pasar años hasta que ven la luz. Tantos que incluso su autor no lo llega a ver, como el caso de El maestro y Margarita que tras pasar su autor años de infructuoso esfuerzo, no pudo ver su obra publicada. Pasaron más de veinte años de su fallecimiento para que viera la luz un título que hoy es referente para muchos. Estos son los casos fáciles, los que entiendo aunque no comparta la censura.
     Pero luego vienen el resto, editores que se hacen con derechos sobre la obra de un autor incluso ya fallecido y que rebuscan entre archivos hasta dar con manuscritos acabados o no. Y los publican haciendo uso de publicidad y buen hacer, porque no olvidemos que hay grandísimos títulos entre esos póstumos, pero al verlos, de entrada, nos dejan con la duda sobre lo que nos encontraremos. Porque no nos engañemos, la muerte sorprende en cualquier momento por mucho que te apellides Pérez o Hemingway. Puede ser al finalizar un libro sin llegar a entregarlo, a mitad, o en un momento cualquiera y que hayamos guardado una docena de ideas sin desarrollar, o un libro rechazado una y mil veces que se estaba "pudriendo" en el cajón del olvido. Y esos, todos ellos, son los que nos venden como obras maestras del ya consagrado autor haciéndonos dudar del criterio de muchos. Porque... que una persona fallezca en lo único que influye a un manuscrito es en la incapacidad que tiene el ya finado autor de agregar más páginas para terminar o retocar su obra.

     Al final, la sensación que queda es la de ser cómplice cuando se compra el libro de una violación de la intimidad, de una colaboración para que ingrese dinero la familia o herederos designados que buscan seguir ganando a costa de lo que sea... Y os diré algo, si el autor me gusta mucho.... piense lo que piense acabo acudiendo ansiosa a adquirir mi nuevo título. Aunque sepa que jamás podrá estar autografiado por su autor.

     Y vosotros, ¿qué pensáis de las publicaciones póstumas?

PD. Iba a hacer una lista de libros póstumos, pero era demasiado larga. Baste decir que iban desde Vonnegut hasta Flann O'Brien, pasando por Toole,  Nemirovsky y Vonnegut.

viernes, 7 de diciembre de 2012

De ratones y hombres. John Steinbeck




     "Unas millas al sur de Soledad, el río Salinas se ahonda junto al margen de la ladera y fluye profundo y verde. Es tibia el agua, porque se ha deslizado chispeante sobre la arena amarillo y al calor del sol antes de llegar a la angosta laguna. A un lado del río, la dorada falda de la ladera se curva hacia arriba trepando hasta las montañas Gabilán, fuertes y rocosas, pero del lado del valle los árboles bordean la orilla."

     Y si ayer hablaba de libros que nos dejan un mal sabor de boca, hoy me voy a declinar por justo lo contrario. De esos autores a los que busco porque se que no me van a decepcionar, incluso en sus segundas lecturas o terceras. Mis "inquilinos fijos" de la estantería junto a mi cama. Uno de estos autores es John Steinbeck y, precisamente por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, De ratones y hombres.

     Estamos en la Gran Depresión. Y conocemos a dos curiosos personajes, un deficiente mental llamado Lennie y un pícaro llamado George, que es también su amigo y protector. Juntos buscarán cualquier trabajo posible para alcanzar sus metas.

     Hacía mucho que no hablaba de libro corto o relato largo. Es un apelativo que le va perfectamente al título de hoy. Steinbeck es uno de mis autores de cabecera, me gustan sus gentes, sus ambientes y las dificultades tan reales por las que les obliga a pasar. En este caso nos hablará de amistad, un tema pocas veces tratado o, cuanto menos, muchas menos veces que el amor. Está escrito con suma sencillez y, pese a que pueda parecer que el tema de incluir a un retrasado mental se usa como eje de todo lo que sucede, lo cierto es que la relación entre ambos hombres será el motivo principal de toda la historia. Una historia enternecedora en muchos momentos que consigue emocionar al lector.

     Es curioso ver como en un mundo complejo y cruel, los sueños son muy importantes para estas personas. Sueños sencillo de personas normales, una granja, unos animales... y como los acompañamos en la carrera a conseguirlos sin dejar de mirar de reojo al autor. Sabemos que es Steinbeck, que no pinta finales felices a gusto del lector sino situaciones tremendamente reales, preveemos en esta ocasión el final. Pero ni así estamos preparados para él. Y, lo reconozco, me emocioné al leerlo. Es un final que no puede dejar indiferente a ningún lector... aunque también lo haya visto venir.  Estamos ante uno de sus libros de perdedores, concisos y directos, como nos tiene acostumbrados. Como a mi me gusta.

     John Steinbeck es, para mí, un imprescindible. Hoy traigo un buen libro para acercarnos a él si no lo conocemos, pero con un aviso: si te gusta lo que lees, si logras esa conexión mágica que sentí en las primeras páginas... será sólo el comienzo de un viaje por los personajes de este autor, personajes que, como Lennie, nos siguen acompañando durante muchísimo tiempo.

     Y vosotros, ¿hay algún personaje literario que os resulte inolvidable?

     Gracias

jueves, 6 de diciembre de 2012

Fin. David Monteagudo




    "El teléfono sonó una, dos, tres veces. "¿Alguien puede coger ese teléfono?", gritó Hugo desde algún rincón de la casa; pero el teléfono sonó otra vez, y luego se hizo el silencio, y después volvió a sonar de nuevo. Hugo entró en el despacho con pasos precipitados, farfullando una palabrota, y descolgó a la mitad de un nuevo timbrazo. "Sí, diga", dijo mientras el auricular viajaba todavía hacia su oreja, en un tono apremiante, descortés, mezclando en su irritación al anónimo llamador y a quien le había obligado, con su pasividad, o tal vez con su ausencia, a atender la llamada."

     Me gusta ir al cine una vez por semana. Es casi un ritual. Durante la semana apenas veo televisión, cada día menos si exceptuamos alguna serie a la que le cojo gusto una vez han terminado de emitir o, tal vez, aún no ha llegado a nuestro país. Así que una vez por semana me voy al cine a disfrutar de una sesión en pantalla grande. Y ahí descubrí el trailer de una película española que me llamó la atención porque tenía algo de muchas otras ya vistas, sobre todo de La carretera. Fin, decía el título y ese es justamente el libro que hoy traigo a mi estantería virtual. Fin.

     Un grupo de amigos se reúnen en una cabaña, la misma en la que veinte años antes se dieron cita para la actual reunión y se dedican a rememorar viejos tiempos. Sin embargo hay uno que falta, al que llaman El Profeta. Esa noche empiezan a notar cosas raras como que las estrellas brillan con demasiada intensidad y al día siguiente uno de ellos desaparece. Es sólo el principio de una serie de hechos inexplicables.

     Lo cierto es que sólo con escarbar un poco parece que David Monteagudo es un futuro premiado de las letras y que su debut con este título fue algo sonado... que no recuerdo pese a que no hace tantos años. La historia es entretenida, plagada de diálogos hasta el punto de tener la sensación de estar leyendo el guión de la película. Eso no es malo, en realidad le da dinamismo, pero hay un momento en que tienes la cabeza llena de palabras y piensas como es posible que, quedando tan poca gente, no se haya reducido el cotorreo.
     No sabría decidirme entre terror y thriller en una novela que consigue enganchar al lector desde las primeras páginas. La sucesión de enigmas hace que te devanes la cabeza intentando encontrar una explicación racional a todo ello. Pasas de culpar a uno, a culpar a muchos, al mundo, a la ciencia, a la magia... y sigues leyendo rápidamente porque cada vez aprietan un poco más, un hecho nuevo llega a la historia que hace que nos intrigue más aún. Porque esa es la fórmula del autor, la de provocar la curiosidad mientras asistimos a las relaciones entre sus personajes, mientras nos van contando y vamos viendo sus cambios y evolución en este mundo extraño que les coloca el autor. Juega con personajes que nos resultan viejos conocidos, personas comunes y habituales en nuestra vida y eso hace que los acompañemos en una situación que también tiene ecos de otras historias, la encajamos pensando eso de... "tu cara me suena" y, precisamente por ello tenemos que ser capaces de dar con la llave mágica, porque ya "nos suena".

     Y aquí viene mi decepción. Sin dar un paso atrás ni desdecirme de lo expuesto, la novela engancha y es difícil de soltar... no me gustó el final. No os puedo decir el motivo porque os destriparía la historia, pero si os explicaré que cuando me compro un libro, le entrego horas. Son minutos de mi vida que entrego a sus páginas, ratos que escamoteo de cualquier otra actividad, normalmente del sueño, y corro a reunirme con la historia y sus personajes. Por eso me cuesta tanto perdonar un mal final. Hasta cierto punto me siento traicionada por los que ya son mis amigos y me contaron sus historias. Y, precisamente eso, es lo que me pasó con Fin. Repetiré con el autor, posiblemente acuda al cine a ver el final de la película (no aprendo y me puede la curiosidad), pero... al cerrar la última página vi con otros ojos la novela.

     Y vosotros que pensáis, ¿un mal final estropea una buena historia?

     Gracias



miércoles, 5 de diciembre de 2012

Persuasión. Jane Austen




     "El señor de Kellynch Hall en Somersetshire, Sir Walter Elliot, era un hombre que no hallaba entretención en la lectura salvo que se tratase de la Crónica de los baronets. Con ese libro hacía llevaderas sus horas de ocio y se sentía consolado en las de abatimiento. Su alma desbordaba admiración y respeto al detenerse en lo poco que quedaba de los antiguos privilegios, y cualquier sensación desagradable surgida de las trivialidades de la vida doméstica se le convertía en lástima y desprecio."

     Me tropecé este libro hace no demasiado, ignoro el tiempo que llevaba allí caído, cogiendo polvo en la esquina superior de un estante. Esa zona que ya no se usa para poner libros y en la que lo debí de dejar reposar mientras buscaba algo... y allí quedó. El día que me lo tropecé me puse a ojearlo y, tal vez por clásico o por justa compensación a un olvido que lo relegó al castigo de mirar un techo, hoy traigo a mi estantería virtual Persuasión.
     
     Conocemos claro a Sir Walter Elliot, aunque quien nos interesa es su hija, Ana. Ha sido educada por una amiga de la familia ya que su madre ha fallecido y, entre esta y los prejuicios de su padre se ve convencida por sus consejos a no acercarse al hombre que ama, Frederick. Y así ve pasar sus mejores años y su hermosura se marchita mientras su inteligencia y carácter se agudizan.

     Como en la mayor parte de la obra de Austen el tema central de la historia es el amor. Incluso en esta que apenas vemos a Frederick llegamos a conocerlo y apreciarlo como a ese gran enamorado. Pero es mucho más que la historia. Es un retrato social cargado de una finísima ironía en la que los prejuicios y las tradiciones quedan al descubierto por encima del aprecio que se tenía a las personas. El dinero... ese eterno problema junto con  la posición social. Los personajes femeninos destacan, como siempre, en una historia en la que priman las relaciones que se establecen entre todos ellos.

     Esta vez la protagonista es una joven inocente que se deja llevar por el cariño y los consejos de la mujer que la educó sin darse cuenta de que, tal vez, no le vayan a acercar la felicidad. Porque la felicidad, cuando uno sabe dónde está, tiene que ir a por ella. Sin importar el tiempo que haya pasado ni si se han cometido errores por el camino.

     Y vosotros, ¿Creéis en las segundas oportunidades?

     Gracias

martes, 4 de diciembre de 2012

Historias de cronopios y de famas. Julio Cortázar




     "Instrucciones para dar cuerda al reloj.
     Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperemos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que o lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.
     Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj."

     Ayer hablaba de un detective diferente a otros de novela negra del norte. Hoy traigo un libro diferente, una pequeña genialidad o una gran genialidad, dependiendo de a quien se le pregunte. Me costó mucho decidirme a leerlo, es de relatos, de muchos relatos... y al final los disfruté tanto que no me quedó otro remedio que unirme a las voces que afirman que ha sido uno de los grandes nombres de la literatura. Hoy traigo a mi estantería virtual, Historias de cronopios y famas.

     Cuenta Cortázar que estando en Francia en el teatro des Champs Elysées, estaba solo en la parte más alta y económica del teatro y, en el entreacto que todo el mundo aprovecha para fumar se quedó solo. En ese momento vió o tuvo la ilusión de ver una suerte de globos o sapitos verdes, flotando. Ya en ese momento supo que eran cronopios. O tal vez, añado yo, le dio el nombre la misma musa que se los había dibujado.

     Desconozco como fue realmente la aparición de estos Cronopios, famas y esperanzas. Tres grupos que interaccionan en su realidad entre ellos mostrando a los buenos, artistas, burgueses e indecisos. Años lleva la crítica intentando definir a qué se refería o a quien para ser más exactos, el autor al perfilarlos. Y vuelve el autor a tomar la palabra y explicar que no pensaba en grupos concretos sino que fueron sus propias creaciones las que decidieron ir mostrando sus características, no siendo entonces deliberada la crítica que muchos ven en ellos.

     Al final lo que nos llega es un libro de relatos, muchos, sesenta y cuatro, que nos hacen sonreír y pensar con sus mágicas palabras repletas de una fina ironía y un derroche de creatividad. No pueden entenderse como relatos comunes, porque no lo son. Ya al entrar en la primera parte del libro y encontrarnos con Manual de instrucciones, vemos como situaciones comunes se pliegan y despliegan ante nosotros hasta sorprendernos por la complicación de lo simple. Y nos adentramos pensando en esas instrucciones, muchas de las cuales como las Instrucciones para subir una escalera, pasarán a la historia, en Ocupaciones raras. Aquí conocemos a una familia de raros, por comunes, por carentes de originalidad, que nos obligan una vez más a sonreir y a identificar conductas habituales. Después nos adentramos en su Material plástico para llevarnos finalmente a conocer a unos seres "verdes y húmedos": los Cronopios. Es aquí cuando disfrutamos realmente de Cortázar viendo a los Famas, que gustan de presumir ante todos, sobre todo ante los Cronopios que son capaces de disfrutar con lo insignificante y los Esperanzas, que viven alegremente sin demasiadas preocupaciones. Aquí la ironía se desborda y también las interpretaciones que queramos hacer, conscientes de que estamos leyendo un cuento, tal vez una fábula. Y como todos hemos sido niños alguna vez (en mi caso eso fue hace aproximadamente... bueno, cuando la vida era en blanco y negro) no podemos resistirnos a buscar la moraleja.

     Hoy traigo un libro que se aleja de lo común, un libro para disfrutar y recordar que se ha hecho imprescindible en mi biblioteca. Un descubrimiento este Cortázar que usa de una prosa simple para desarrollar un humor inteligente y que nos sorprende con toques de ternura. Pero, sobre todo, un libro para disfrutar de un ingenio y una capacidad creativa arrolladoras.

     Y sí, son relatos, cuentos... pero ¿os consideráis demasiado mayores para leer un cuento?, ¿hay una edad a a que se dejan de leer?

     Gracias

lunes, 3 de diciembre de 2012

Linda, como en el asesinato de Linda. Leif GW Persson




     "Fue la vecina quien encontró a Linda y, con independencia de todo lo demás, era preferible a que la hubiera encontrado su madre. La policía ganó así un montón de tiempo. La madre no pensaba volver del campo hasta el domingo por la noche, y ella y su hija eran las únicas personas que vivían en el piso. Cuanto antes, mejor, al menos para la policía y, sobre todo, tratándose de un asesinato del que aún no tenían sospechoso."

     Que sí, que hace frío. Mucho además. Y que sí, que de ahí viene la novela nórdica, la novela negra del frío. Y sí, me voy cansando de ciudades de nombres impronunciables con detectives de apellidos tan enrevesados como simples son sus nombres a los que no puedo evitar imaginar con un "toque de estirados". Así que no tenía demasiados motivos para empezar otra novela más del género, hasta que me dijeron: "Pues yo me reí". Y me picó la curiosidad. Hoy traigo a mi estantería virtual, Linda, como en el asesinato de Linda.

     Estamos en Vätjö (nótese el nombre impronunciable). Es un verano excepcionalmente caluroso, o eso dicen en las noticias, cuando aparece el cadáver de una joven. Los mejores policías de Estocolmo están... de vacaciones, así que el caso recae sobre Everet Bäckström. Un policía un tanto singular cuyo primer pensamiento al verse con un caso semejante es si podrá lavar la ropa a costa de los impuestos públicos.

     Si os fijáis en la sinopsis tenemos la zona de nombre enrevesado y al policía de apellido impronunciable. Incluso el consabido asesinato que hay que resolver tras mucho trabajo policial. Pero aquí terminan las similitudes con cualquier otra novela de este estilo. Porque hoy no vengo a presentaros uno de esos detectives típicos de pasado tormentoso y matrimonio que hace aguas. No, no es así nuestro detective. Esta vez nos encontramos con un hombre bajito y gordo que derrocha todo menos sex-appeal, aunque él está convencido de lo contrario. Es, en definitiva, lo opuesto a lo que nos gustaría encontrarnos husmeando para resolver un caso, un hombre con todas las papeletas para caernos mal que acaba por ganarse la simpatía del lector. Y como contraste, el asesinato. Puede parecer por lo que os acabo de contar, que la novela es una comedia. Nada más lejos pese a tener momentos para recordar. La novela que hoy traigo da muestra de un impresionante trabajo por parte del autor para mostrarnos los pormenores de una investigación vista desde dentro. Se fija en los detalles, en los departamentos que colaboran con mayor o menor éxito y en un sin fin de cosas que hacen que su género sea inequívocamente negro.

     Hoy traigo una novela que me ha sorprendido otorgando un toque de frescura a un género que, por momentos, va quedando demasiado trillado. Tiene un toque de humor, un argumento atractivo con los giros habituales incluídos y una pizca de crítica que dan como resultado una entretenida historia con un protagonista que nos recuerda a muchos "jetas" conocidos. Tal vez no sea la novela del año, pero me ha dado un descanso de historias densas que he agradecido y de detectives ya desgastados antes de su concepción.

     Y vosotros, ¿qué opináis de la figura típica del investigador de novela negra? y, claro, me gustaría saber si tenéis algún detective favorito.

     Gracias

sábado, 1 de diciembre de 2012

Sorteo pack novela negra. Resultados




     Y llega diciembre y el primer resultado al sorteo. No se a vosotros pero a mi me ha llegado con frío, nubes negras que sombrean la ciudad y hacen parecer aún más oscuro un mar cubierto de espuma blanca. Las carreteras se convierten en improvisadas costas que reciben las olas de agua formadas por los coches al pasar, y el frío... el frío es un tema que podría explicar con calma. Porque no hace mucho frío, pero la sensación térmica, esa que hace que al tomar un café no entres en calor, es aterradora. Así que sí, es buen momento para realizar un sorteo, ganar tres libros de esos que buscan que te quedes con ellos un rato más en el sofá, como si de un gato se tratasen, y cambiar el paraguas por el marcapáginas.

     Os agradezco muchísimo la colaboración, la participación y, como no, la difusión. Aunque el otro día tuve una junta de vecinos y yo tampoco me atreví a comentarlo en voz alta. Os dejo, por tanto, la lista de participantes.

1. Offuscatio, que tiene un estupendísimo blog lleno de libros 1-2
2. Mela, y su historia en forma de blog novela 3
3. Mónica Serendipia, que acaba de publicar Cuéntame una noctalia 4
4. Little, que tiene un blog con reflexiones 5-6-7
5. Lídia, con sus libros, manualidades y cafés 8-9-10
6. Cris 11-12
7. dsdmona que nos invita a su mundo 13-14-15
8. Merynell, que no solo habla de libros, sino que hizo mi cabecera y banner 16-17-18-19-20-21
9. Francisco, como buen Lector indiscreto 22-23-24
10. Concha Fernández, nos habla de sus lecturas, de lector a lector, 25-26-27-28-29
11. Marina, que llega también Cargada de libros, 30-31-32
12. Annika, que esconde libros escritos con tinta de chocolate, 33-34
13 Fany, compañera lectora de Algomas, 35-36-37
14. Shaka lectora, que comparte todas sus lecturas, 38-39-40
15. Elena compañera de Algomas 41-42-43
16. Yossi Barzilai, comparte lecturas en blog y opiniones también en directo 44-45-46-47
17. Aran, comparte lecturas con Espíritu libre 48-49
18. Toletum, es tímido 50-51
19. Esther, tímida o conoce a Toletum... 52-53
20. Maria Eugenia, parte lectiva  54-55-56-57
21. Atlántida, libros, aficiones, ballet... 58-59-60
22. Hele hace preciosidades 61-62
23. Yolanda G. Otra tímida 63-64
24. BookLand, que se maneja como libro por su estante 65-66-67
25. Neréa González, más timidez.. 68-69-70-71
26. Raquel Jiménez Bisutería, otra que hace maravillas  72-73
27. Marilú, que nos cuenta libros estupendos 74-75-76
28. Teresa, reflexiona tras las amapolas 77-78
29. Shorby, loca por incordiar con sus lecturas 79-80-81
30. AnadeBlogs, que se lleva un punto 82
31. Rober, nos enseña cine, literatura y algún escrito desde el desván 83-84-85-86
32. Siwan y su rinconcito con libros 87
33. Nerida, tiene un mundo de libros y una flor de Lis 88-89-90-91
34. Jaac, con asuntos propios y juegos de fotos 92-93
35. Nesa que nos acerca blognovelas estupendas, 94-95-96
36. Silvia nos enseña su jardín 97-98
37. Isa, copia libros para enseñárnoslos 99-100-101-102-103
38. LauNeluc y su mundo paralelo, el literario 104-105-106-107
39. MaryLin, tiene como le gusta decir, los libros de la bruja, 108-109-110
40. Sarah Degel que es bibliófila y busca contagiarlo 111-112-113-114
41. Atram14, lee sin prisa, grandes títulos 115-116-117
42. Peter Mathius, tímido y entusiasta 118
43. Pakiko, que comparte también sus lecturas, 119-120-121
44. Elenuski, adivinas? es tímida 122-123-124
45. Fesaro, como siempre, el petate lleno de libros 125-126-127-128-129
46. Porlomenix lee por Bourbon street 130-131-132-133
47. Rosa de los Santos, bruja que compone, aconseja y enseña 134-135-136
48. Francisco José Palacios, autor de El alma que vistes  137-138-139
49. Haidee, con ese nick y es tímida... 140-141-142-143
50. Jose Secret Garden, lecturas en su jardín que tiene hadas verdes, 144-145-146
51. susanact que comparte todo 147-148
52. Alejandro Godoy, otro lector infatigable 149-150
53. Nickrar, comparte su pasión por la ciencia ficción, 151-152-153-154-155
54. Poemas, con la que conversamos entre libros 156-157-158-159-160
55. Tatty, que tiene un universo de libros 161-162-163-164
56. Rosa y sus micros maravillosos 165-166-167-168
57. Narrador, que avisa, a leer toca! 169-170-171-172
58. Marbelis, que nos invita a su casa, 173-174-175-176
59. Carmen, que lee mucho y comenta más, 177-178-179-180-181
60. anedi, otra tímida 182-183-184
61. LAKY, siempre pendiente de los libros que hay que leer 185-186-187-188-189-190-191
62. Luis nos habla de lo que se aprende leyendo 192-193-194
63. Pepe nos invita a su literaria casa de San Jamás 195-196-197-198-199-200-201-202
64. Xula camina entre libros para elegir qué ofrecer, 203-204-205-206-207-208
65. Paseandoporlavida69, y reflexionando, 209-210-211-212
66. Tizire, se pone al lado frío de su almohada a invitarnos a leer, 213-214-215
67. Zeno Martín nos habla de lo que lee, "y punto", 216-217-218
68. Leira, nos invita a compartir su rincón, un sitio estupendo, 219-220-221-222-223-224
69. Beni Trujillo, tiene un blog con sus cosas precioso, 225-226-227
70. Lu, tiene un mundo literario, con dos lunas, 228-229-230-231-232-233
71. Cazoleando comparte lecturas mientras pasa página, 234-235-236-237-238
72. Beg, compañera de Algomas, 239-240-241
73. Rousmina, que tiene un lugar precioso con frases, creaciones.. 242-243-244
74. Julia Villares autora de No le hables mal de mí al niño 245-246-247-248-249
     Sirva esta presentación de los participantes de recorrido turístico por sus virtuales casas. Todas ellas merecen la pena ser visitadas.
     Y ahora el ganador:
Por favor, ponte en contacto conmigo para tener tus datos y hacerte el envío.

     Enhorabuena y gracias por venir y por participar en el sorteo. Sois los mejores.