lunes, 31 de julio de 2017

Las defensas. Gabi Martínez


     "Respira y come. Nadie ha sugerido que debamos limitarnos a eso pero todos los de esta mesa respetamos la coordenada. Respira y come. Se trata de superar un día más."

     Visto el autor y la cubierta del libro, lo cierto es que no tenía nada claro lo que podía encontrarme. Pero al abrirlo y leer un par de párrafos al azar, algo me dijo que merecía la pena. Hoy traigo a mi estantería virtual, Las defensas.

     Conocemos a Camilo Escobedo, médico, que nos contará en primera persona qué le sucedió al sufrir una enfermedad mental. Nos relatará su conocimiento de la enfermedad y cómo reconoce los síntomas, ya que justamente esa era su rama laboral, su especialidad... hasta que deja de reconocerlos, ya que este es el libro de una lucha.

     Gabi Martínez es un escritor de no ficción. Y uno realmente bueno. Por eso me llamó la atención que se lanzara con una novela tan compleja. Sin embargo, él lo explica en las primeras páginas del libro. En realidad es un libro de ficción que esconde una historia de no ficción, la que le relatara al autor un neurólogo llamado Domingo Escudero. Así Camilo es la parte inventada de la historia real de un hombre que se dedicaba al estudio del sistema inmunitario y cayó enfermo, un hombre que enfermó por aquellas causas que estudiaba y que luchó y relató su enfermedad a un escritor de no ficción que decidió hacer suya su historia y novelarla, pero no demasiado. Todo eso es Las defensas y, cuando uno comienza a leerlo y es Gabi Martínez quien toma la palabra, aunque sea el autor del libro completo, aquí se permite ser él quien se dirige directamente al lector, comprende perfectamente lo que tiene delante. O eso cree, porque este libro es mucho más que una enfermedad.

     Siempre he pensado que perder la cabeza ha de ser aterrador. Y leyendo este libro creo que he confirmado el temor. Gabi utiliza un estilo directo que destila una sensación de honestidad en cada palabra difícil de conseguir. El testimonio de su protagonista, por poner un ejemplo, ya en tratamiento, cuando entra en el despacho médico para realizar unas pruebas cuya duración conoce, es casi escalofriante. Y no lo es porque las pruebas sean cruentas, no. Lo es porque el protagonista es consciente de que si las pruebas han durado menos, es porque no ha superado el nivel necesario para seguir avanzando en ellas. Y esa consciencia es casi dolorosa, como también lo es ver cómo se consuela buscando signos reconocibles de enfermedades mentales en otros pacientes, como si esa rutina laboral a la que ha dedicado su vida, fuera un saliente al que agarrarse y no perderse en ese abismo insondable que puede ser una enfermedad mental. Pero no es la única parte escalofriante de una novela que tiene mucho de humano, ya que el ser humano, no nos engañemos, puede ser escalofriante. Nos habla de la vida, del amor y las consecuencias de un fracaso amoroso y también de la otra vertiente de la vida, la laboral, y de la jungla en que puede convertirse, entrando sin rodeos en hostigamientos y menos precios que pueden ser insoportables para muchas personas. Sería esta, por lo tanto, una lectura sobre la vida y sobre cómo tenemos que defendernos de ella para mantener la cordura y también de cómo el propio cuerpo se rebela contra nosotros para que la perdamos. Eso es justo lo que le sucede a Camilo, lo que le sucediera a Domingo. Y Gabi, receptor y contador de la historia, opta por no convertirla en una historia de héroes aunque, cuando cerramos el libro, tengamos muy claro que su protagonista lo es. A su modo.

       Las defensas ha resultado una revelación. Es cierto que comienza con pausa, que el autor no fuerza la complicidad de un lector al que opta por explicarle tal vez demasiado en su búsqueda de que comprenda cada parte y cada punto, pero también lo es que la historia tiene el interés suficiente como para que el ritmo aumente debido a nuestras ganas de saber qué sucede; consigue implicarnos. Me ha gustado, me ha parecido muy interesante. Y Gabi Martínez lo hace bien. Muy bien.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

sábado, 22 de julio de 2017

Los libros que vienen





     Más o menos por estas fechas las editoriales empiezan a cerrar catálogos, justo antes de las vacaciones, y a avisarnos sobre aquellos libros que vendrán. Es por eso que no viene mal ir dando algunas pistas sobre los nombres y libros que irán apareciendo poco a poco y, a lo largo del otoño, en las librerías. Tomemos buena nota de lo que nos espera y hagámoslo comenzando por Javier Marías y su nueva novela Berta Isla, una historia que todos los que somos fieles lectores de su pluma, esperamos con impaciencia. Otro de los nombres que sonarán será el de Colson Whitehead y su fantástico El ferrocarril subterráneo, una historia terrorífica sobre esclavitud, lucha y almas, que le ha valido al autor alguno de los premios más importantes entregados este año; imprescindible, qué duda cabe. La bella y misteriosa Celeste 65 también aterrizará en las librerías, gracias a la pluma de José C. Vales, y nos esperará en un lujoso hotel de Francia; y Paul Auster nos enseñará que cada decisión que tomamos define la persona que somos y el lugar al que llegamos, en su libro 4 3 2 1. David Mitchell y su peculiar terror en La casa del callejón o el siempre entrañable en sus letras Kent Haruf con La canción de la llanura, son otros de los nombres que nos esperan, como también lo hará la estupenda colección de clásicos en bolsillo que edita Penguin. Pero si se va a hablar de un libro, nos parezca alta literatura o no, es de Origen, y es que Dan Brown cuenta seguidores por legiones, y aunque yo preferiría decir que la Poesía completa de Vicente Aleixandre va a ser uno de los libros más vendidos, estoy segura de que quien lo será,  es Dan Brown. O tal vez Ken Follett con su última entrega de la historia comenzada con Los pilares de la tierra y que se editará bajo el título Una columna de fuego. Incluso puede llegar a la lista de los más vendidos el cierre de la Trilogía de Bill Hodges de Stephen King, que llevará el título de Fin de guardia.  Esos sí, son más fáciles... y para qué engañarnos, todos leeremos más de uno y de dos títulos similares.


      Lorenzo Falcó, la última creación de Arturo Pérez Reverte, regresa a las librerías con su segunda entrega bajo el título de Eva; Víctor del Árbol vuelve a hablar de agua en el título de su última novela, Por encima de la lluvia y César Pérez Gellida parece decidido a cerrar una historia y un momento literario con Konets. Se editan también 3 nouevelles inéditas de Roberto Bolaño en el volumen Sepulcros de Vaqueros y Como agua para chocolate vuelve a la vida de mano de su autora Laura Esquivel con el título Mi negro pasado. Y si hablamos de nombres conocidos y regresos, no pueden faltar la pareja de guardia civiles formada por Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva, a los que podremos encontrar en Tantos Lobos y también, aunque sin esta pareja, en Sangre, sudor y paz. Nombres y más nombres por apuntar, como el de Rodrigo Fresán cuya primera novela Historia Argentina, se reedita, como también se hará con los títulos protagonizados por Verhoeven, de Lemaitre, pero en un único libro; Todo Verhoeven. Veremos en las librerías a Joyce Carol Oates, con Un libro de mártires americanos, compartir estante con la primera novela que escribiera en su día Joel Dicker, El tigre, o junto a el Duelo de Eduardo Halfon. Y me dejo muchos nombres como Javier Cercas o Elena Ferrante que nos descubrirá cómo escribe en el libro Frantumaglia; al igual que Vargas Llosa, que nos hablará de literatura en Conversación en Princeton. 


     Y me dejo a Sofía Segovia con su libro Huracán, a Samantha Schweblin con Pájaros en la boca y otros cuentos, a Yasmina Khadra que afirma que Dios no vive en La Habana, Ken Liu con sus Planetas Invisibles o Sarah Pinborough con Detrás de sus ojos. Muchos son los libros y muchos somos los apasionados de la lectura, quizás por eso, y aunque me dejo grandes nombres en el camino, he decidido terminar la entrada de hoy con El séptimo círculo del infierno, un libro en el que Santiago Posteguillo volverá a contagiarnos de su pasión por las letras. Y es que, con tanto libro nuevo que aparece, ¿quién puede resistirse?



     Así que decidme, ¿hay alguno que esperéis con especial entusiasmo?

     Gracias.

    PD: La semana que viene, cerramos por vacaciones. Disfrutad.

jueves, 20 de julio de 2017

Connerland. Laura Fernández


     "Las Aerolíneas Timequake existían porque un niño llamado Reddy, Reddy Dolden, había pasado demasiado tiempo jugando a Dirige Tu Propia Aerolínea, un videojuego de estrategia del que sólo se habían vendido treinta y seis unidades en todo el mundo."

     Cuando un conejo y una chica con pinta de astronauta de serie Z de los setenta montan en un animal... bueno, mirad la cubierta: esa es la razón por la que compré el libro. Hoy traigo a mi estantería virtual, Connerland.

     Conocemos a Voss Van Conner, escritor de 117 novelas de esos que no son famosos pero son de culto entre sus escasos lectores. Y le conocemos con una toalla a la cintura y el pelo mojado, dentro de una extraña habitación en la que le informan de que está...muerto, sí. aunque tiene la opción de volver y tener un contacto en la tierra; una azafata infeliz de sueña con ser devorada por un tiburón blanco, o abandonada en una isla de mascotas abandonadas, o, simplemente, dejar de tener citas rápidas organizadas por su empresa y conocer por fin al Hombre Adecuado.

     A partir de esa incompleta sinopsis se despliega una novela imposible. El número 117 es importante porque además es una señal para los seguidores del fallecido pero presente Van Conner. Y que su contacto sea azafata de vuelos también, ya que en este universo, es importante. Aunque luego un videojuego sobre aerolíneas no se vena.También es importante Van Conner como escritor de culto, porque su fracaso se compara con el de una escritora de éxito que ni siquiera es libre para decir lo que le gusta y, además es odiada. O porque tras su muerte, se producirá una suerte de justicia divina en la que tendrá la oportunidad de convertirse en un escritor de éxito, como tantos otros en la vida real. Y es que, dentro de un gran puñado de personajes atípicos, algunos incluso atópicos para quien se relaciona con ellos, percibimos el cariño con el que la autora les trata en casi cada palabra.
     La novela, de argumento imposible con toques Pynchonianos, oscila entre lo extravagante y lo ridículo sin dejar por ello, o tal vez precisamente por ello, de ser interesante. Siempre me ha parecido interesante quitarse las vergüenzas, y Fernández sabe hacerlo, para exponer la parte más ridícula que cada uno tenemos dentro.  Y sin embargo, la trama va mucho más allá de eso. Connerland nos habla de la literatura, es metaliteratura en un mundo imposible, pero pura metaliteratura. Veremos como escribir puede ser una profesión solitaria en ingrata. Si tus libros fueran un fracaso y no gustaran, ¿seguirías escribiendo? Le preguntan al muerto protagonista apenas ha fallecido mientras comienzan a usar en todas las preguntas un mote que da a entender lo diferente que puede resultar comparado con el resto de personas. Y, a partir de ese punto veremos la diferencia entre morir y convertirse en un cheque o una mina (que no se vende, se explota), para quien hereda el legado del ahora famoso y fallecido escritor. También veremos editores e intereses literarios o económicos y cómo, no ha de ser necesariamente la relación entre grande o pequeña editorial la que defina los intereses del editor.

     Con todo esto, la irreverencia de Vonnegut y toques de ciencia ficción que, aunque literalmente son mucho más que toques, en el conjunto de la novela no será lo que más nos sorprenda, Laura Fernández nos deja un libro francamente divertido en el que espera al final para resolver nuestras dudas y nos deja con el buen sabor de boca de haber pasado un gran rato en su compañía.

     En mi caso tengo que decir que me he divertido mucho. Creo que una parte de él consiste en hacer el ganso sentado en tu asiento, sin moverte de casa, y, en mi caso... lo ha conseguido.

     Y vosotros, ¿qué tipo de cubiertas os atraen inicialmente?

     Gracias.

martes, 18 de julio de 2017

Por trece razones. Jay Asher


     "-¿Señor? -me repite ella-. ¿Con qué urgencia desea enviarlo?
     Con los dedos me froto, con fuerza, la ceja izquierda. El latido se ha vuelto intenso.
     - No importa -digo.
     La empleada coge el paquete. La misma caja de zapatos que estaba en mi porche hace menos de veinticuatro horas, envuelta de nuevo en una bolsa de papel marrón, sellada con cinta de embalar transparente, exactamente tal como la había recibido yo. Pero ahora está dirigida a un nombre nuevo. El siguiente en la lista de Hanna Baker."

     Una vez más, ha sido una serie de televisión la que ha rescatado un libro del olvido. Como ya pasara con El cuento de la criada, en este caso Netflix ha relanzado una novela que se editó en nuestro país en 2009, provocando una reedición y un fenómeno fan. Hoy traigo a mi estantería virtual, Por trece razones.

     Conocemos a Clay, un adolescente que acaba de pasar por una trágica situación. Una chica de su instituto llamada Hannah y de la que él estaba enamorado, se ha suicidado. Clay recibe un curioso paquete por correo que contiene siete cintas en las que Hannah da los motivos para lo que hizo, concretamente 13. En una sola noche, Clay conocerá el testimonio y las razones de esta chica.

     Vaya por delante que las diferencias entre la serie y el libro so notables. Si bien la protagonista absoluta es la difunta Hanna Baker y el chico que recibe las cintas es Clay Jensen, este, por poner un ejemplo, en la serie escucha las cintas a lo largo de varias semanas mientras que en el libro lo hace en una sola noche. Esto supone una carga emocional distinta, y un completo cambio a la hora de tratar al resto de los personajes, ya que en el libro los conocemos únicamente a través de la voz de Hannah que se mezcla con los pensamientos de Clay, mientras que en la serie tienen voz propia y también tiempo para sufrir sus reacciones a lo sucedido. en todo caso, esta entrada no será una comparativa entre libro y serie de televisión, que además de resultar inútil, desvelaría demasiadas cosas de la trama, pero quede aquí que la historia gana fuerza en su versión escrita.

     El suicidio es un tema incómodo que se trata siempre con mucho cuidado en la literatura y en el cine, convertirlo en el eje de una novela de corte juvenil, no me cabe duda de que ha sido un riesgo y, en este caso concreto, un acierto. No trata el autor de justificar o defender el trágico final de la protagonista, simplemente se limita a darle voz permitiéndonos ser testigos de la cadena de hechos que la llevan a tan trágico final. De este modo y como si de una cadena se tratase, Hannah deja un encargo: realizar el primer envío de las cintas a una de sus razones. Y, a partir de ahí, cada receptor será a la vez quien las envíe al siguiente nombre. Esto hace que, por ejemplo, nos preguntemos qué ha hecho Clay para aparecer en la lista. Involucra de algú modo al lector que, sin darse cuenta, se deja llevar sin querer soltar el libro.

     Jay Asher escribe una novela de lectura cómoda, sin muchas descripciones y sin profundizar demasiado en los personajes secundarios. Lo importante es la voz central grabada en las cintas y escrita en cursiva, y que seamos testigos de esa primera reacción. Descubre de este modo la importancia de los efectos colaterales de cada uno de nuestros actos, la forma en que afectan a otros, y también deja al descubierto la caída en una espiral de autodestrucción de la protagonista a la vista de todos y sin que por ello recibiera ayuda alguna. Es interesante comprobar además, cómo en determinados momentos el lector llega a juzgar lo que Hannah relata, como si necesitásemos comprenderla. De hecho, durante mi lectura hubo actos que no entendí y me dejaron perpleja, haciéndome dudar sobre si buscaba ayuda o destruirse totalmente, como si nada le importara de verdad.

     El resultado es una novela de lectura rápida que esconde un duro argumento en un estilo ligero provocando que para el lector no sea un trago amargo. Me ha parecido interesante sobre todo por los tiempos en los que vivimos, con el bullying a pie de noticias día sí y día también, pero poco más. Esperaba mucho más de un título que está teniendo tanta repercusión y que a mi, personalmente, no me ha llegado a conmover y muchísimo menos a arrasar.

     Y vosotros, ¿la pequeña pantalla también os lleva a descubrir libros?

     Gracias.

lunes, 17 de julio de 2017

El gran salto. Jonathan Lee


     “Cuando Dan tenía dieciocho años, un hombre al que no conocía lo llevó al otro lado de la frontera. Era 1978, la última semana de junio, seis días después de que el ejército británico matara a tiros a tres católicos en Ballysillan Road. El coche olía a vinagre de fish and chips y el hombre tenía la calva llena de marcas y se sabía dos chistes, uno sobre los británicos y otro sobre curas. Al parecer, llevaba a Dan a algún sitio cerca de Clones. Sus grandes dedos cuadrados repiqueteaban sobre el volante y sus ojos mostraban sorpresa de vez en cuando a medida que el camino iba inventando su recorrido."

     Apenas vi la sinopsis de este libro, me sorprendió lo poco que he leído en realidad que se centrara en este acontecimiento real, así que no me lo pensé y me lo llevé a casa. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El gran salto.

     Conocemos a Dan cuando entra al hotel Grand buscando una habitación. Freya, la recepcionista e hija de Moses, responsable del hotel, despliega todo su encanto, pero Dan parece no estar interesado en ella, ni en las comodidades del hotel. Eso hasta que Freya le dice que se alojará en el hotel Margareth Tatcher. En ese momento, y solo por un instante, Dan parece estar interesado.

     En el año 1984 una bomba colocada en el baño de la habitación 628 de un hotel en Brighton por Patrick J. Magee hizo explosión. 5 personas murieron y una treintena resultaron heridas. Margareth Tatcher, que estaba trabajando en su suite, salió ilesa. Pronto descubrimos sobre lo que estamos leyendo. De hecho, viendo la sinopsis yo creí que estaba ante una suerte de thriller político y nada más lejos de la realidad. Cierto es que reconoceremos de lo que Lee nos habla, cayendo en una suerte de tensa espera, incluso conociendo los resultados de antemano, en loq ue llega el momento en que la bomba hace explosión. Pero este momento, pese a ser sobre el que gira la historia, no es el único de la novela. Y ese es posiblemente el gran acierto de su autor: la novela no trata sobre una bomba del IRA que explota en un hotel, en realidad trata de la vida de unas personas que están relacionadas con ese momento y lugar. En este caso el autor no va a buscar sorprendernos como en esas novelas negras que tanto gustan, aquí que la sorpresa ya está desvelada de antemano, lo que hace es generar una tensión dramática a la espera de que suceda. Un gran acierto en realidad.

     Moose por ejemplo, que una vez fuera atleta y ahora responsable del hotel y de su hija. Un hombre decepcionado con una vida en la que parece encontrarse en caída libre. Lo percibimos como un hombre tocado, casi hundido, humillado por una vida que tampoco es terriblemente trágica, pero que le ha ganado la partida. Y a su hija, Freya, una sobra en realidad de su padre. Temerosa, cuidadosa, silenciosa... otra sombra que ya tiene en su mirada un rastro de decepción por su propia vida. Nos ofrece de este modo un retrato devastador, casi como la bomba que veremos explotar. También Dan será reconocido por Lee y por los lectores (otra vida de decepciones constantes), en una época, los 80, que parece marcada por la nada. Y es que Lee no busca hacer el retrato de una época, prefiere quedarse en lo cotidiano, y alternarlo con el terrorismo,  para construir esta novela.

     El gran salto me ha parecido una buena novela con una devastadora historia. El autor ha utilizado la teoría de que Magee tuvo un cómplice para recrear una ficción histórica cuyos personajes son, a grandes ratos, sobresalientes.

     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?

     Gracias.

sábado, 15 de julio de 2017

Entrevista a Sophie Henaff



     Sophie Hénaff nace en Francia en 1972. Es periodista, novelista y traductora. Conocida en su país por su trabajo en la revista Cosmopólitan, publicó su primera novela, La brigada de Anne Capestan, en 2015, recibiendo el premio Arsène Lupin, el Premio Polar y el premio de los lectores de Libro de Bolsillo en 2016. Su segunda novela Aviso de muerte continúa la serie de la ya citada brigada.

- Aviso de muerte es la segunda novela de La brigada de Anne Capestan, ¿le augura una vida larga a esta curiosa brigada?
- Serán al menos tres libros. Quizás más, no estoy segura, pero de tres, sí.
 - ¿Nos puede presentar con sus propias palabras a esta curiosa brigada?
-  Es la brigada en la que la policía se va deshaciendo digamos de sus elementos supérfluos. Todos los  policías con los que ya no quieren trabajar, los arrinconan en esta especie de armario, y se les pide simplemente que se callen y que jueguen a las cartas. Así pues se les deja de lado, se les pone al margen, pero no porque sean alcohólicos o incompetentes, sino porque tienen un rasgo, un detalle en su personalidad que resulta molesto a los demás. Por ejemplo hay un escritor que ha tenido éxito con una serie de televisión y se hizo muy muy rico y eso pone muy nerviosos a sus colegas, sobre todo que en la serie de televisión hable de ellos. Hay otro que está un poco dejado de la do por ser gay y eso fue recibido de forma regular en la policía. Anne Capestan la jefa, que es bastante colérica y tira bastante contra los criminales, y hay otro vinculado al boxeo, un cretino.... y estas son las razones por las que les envían a este destino, a esta brigada.
- La combinación de novela negra y humor empezaba a escasear, ¿cómo se le ocurre recuperar ese enfoque? 
- Ha sido de una forma natural, porque para mi, la escritura y humor están estrechamente ligados. Para mi el humor no es un género, es una forma de escribir, es un punto de vista y, de hecho, yo no me he planteado si humor o no, me plantee si escribía polar o novela blanca, pero no si escribía humor, porque para mi escribir pasa necesariamente por el humor. De todos modos yo no escribo comedia, porque ese sí es otro género y yo no quería escribir comedia. Lo que yo buscaba era incluir humor en una novela policiaca, porque esta es mi forma de escribir.
- ¿No teme ser tomada menos en serio al utilizar el humor en sus novelas frente a la crítica social feroz que realizan otros autores en este género?
- Bueno, en realidad me da igual que me tomen en serio o no. Efectivamente, cuando alguien incluye humor, hay quien piensa que el propósito es menos inteligente o menos profundo, pero yo pienso lo contrario. No me plantea problemas de ego el ser percibida de una forma o de otra. Por ejemplo, René Goscinny con Asterix ha dicho cosas muy interesantes sobre la sociedad y sobre nosotros, como seres humanos, porque somos todos ridículos. Todos tenemos algo ridículo y también es muy inteligente la forma en que Goscinny lo hacía destacar.
- ¿Por qué un grupo de policías desechados de las comisarías normales?
- Lo primero porque me pareció que la idea era divertida y dos, porque me pareció algo emocionante. Y de este modo, decía cosas sobre nuestra sociedad que me interesaban. Realmente es este lado emocionante, conmovedor y divertido el que me permitía decir cosas originales bajo otro ángulo, ya que el polar es un género muy leído, muy visto, en el que se han dicho muchas cosas, y de este modo presentaba una investigación policíaca desde otro ángulo.
- ¿Cómo se le ocurre este enfoque y cuánto tarda en darle forma a la idea?
- Para el primero si que dediqué mucho tiempo ya que lo retomé muchas veces. Lo estuve pensando durante 6 meses, escribí durante 3 meses... y bueno, ¡esto lo repetí hasta en tres ocasiones!, así que me llevó 3 años en total. Pero con el segundo fue diferente ya, estuve 3 meses para escribirlo, 6 para pensarlo... así que un año en total.
- Respecto al personaje de Anne Capestan, si uno se fija en ella se acerca bastante al de una heroína anónima de esas que pueblan las calles, ¿hay alguna inspiración real o ficticia para crear ese personaje? 
- Es ficción, totalmente ficción. No he pensado en nadie para crear a Anne Capestan a partir de esa persona. Pero tras la primera novela, sí que hice ciertas investigaciones sobre la policía, y leí autobiografías de grandes mujeres que fueron policías, y me di cuenta de que el personaje que había creado tenía mucho en común con ellas. Incluso yo le di una dimensión a Anne Capestan que no encontré en esas mujeres sobre las que leí, y es este lado sonriente, voluntarioso..
- ¿Cómo está viviendo el éxito de sus novelas, el Prix Polar con “Poulets grillés”? 
- El Prix Polar... pues lo estoy viviendo muy bien,. Resulta formidable escribir algo y que a gente lo lea. Eso permite seguir escribiendo, es muy motivador y, también estoy contenta en lo que respecta a mis personajes. No es como si fueran hijos, pero sí como amigos muy muy próximos, y todos tenemos ganas de que nuestros amigos caigan bien y cuando pasa es extraordinario.
- ¿Cuáles son sus autores de referencia? 
- Fred Vargas, Daniel Pennac, Tonino Benacquista.. y ante de esos estarían aquellos a los que leí cuando era pequeña. No siempre género polar, claro, también por ejemplo Historias de San Francisco, de Armistead Maupin... que no sé si fue publicada en España
- Sí, lo fue. Y por último me gustaría saber qué está leyendo en este momento. 
- El último de Fred Vargas, he leído también a Elena Ferrante. Leo tanto literatura blanca como polar.

     Me gustaría finalemente dar las gracias a Sophie Hennaf por su amabilidad y su tiempo, y también a todos los que os pasáis por aquí.

viernes, 14 de julio de 2017

The Underground Raildoad: A novel. Colson Whitehead


     "The first time Caesar approached Cora about running north, she said no.
     This was her grandmother talking. Cora's grandmother had neer seen the ocean before thar bright afternoon in the port of Ouidah and the water dazzled after her time in the fort's fungeon. The dungeon stored them until the ships arrived."

     Si hay un título esperado para después del verano, es este. Tras llevarse el Pulitzer Fiction 2017, la Médaille Carnegie 2017, el National Fiction Book Award GR 2016 y que amazon anunciara una miniserie, está claro que es un título que va a dar mucho que hablar. Hoy traigo a mi estantería virtual, The Undergroun Railroad.

     Ajarri, una mujer negra secuestrada en África para ser vendida como esclava, tuvo una hija llamada Mabel, que escapó finalmente de los horrores de una plantación en la que dejó abandonada a su hija de once años, Cora. Y nosotros conocemos a Cora cuando, junto con otro esclavo llamado César, accede al Underground Railroad para intentar escapar de la esclavitud, desde Georgia hacia el norte y adentrándose en un viaje cuyos raíles se pierden en la oscuridad. Cora y César serán perseguidos por Ridgeway y sus hombres en lo que pronto denominaremos como cacería.

     Se llamó ferrocarril subterráneo a una red clandestina del siglo XIX utilizada para ayudar a esclavos afroamericanos a escapar del sur al norte de Estados Unidos y que así pudieran ser libres. Recibía este nombre, no por la existencia de un ferrocarril como tal, sino porque sus miembros utilizaban términos ferroviarios para referirse a sus actividades, y quienes lo utilizaban como ayuda, conocían así la labor de cada uno. en aquella época, los activistas y abolicionistas que ayudaban a los esclavos se estaban jugando su integridad, ya que los castigos por esta ayuda eran brutales, llegando incluso a la muerte. Colson Whitehead en su libro, lo que hace es convertir este ferrocarril subterráneo que ayudó a tantos esclavos, en un ferrocarril real situado bajo las ciudades y sociedades que permitían esa esclavitud.

     Queda claro no solo que estamos ante un libro de ficción, además, el autor introduce elementos fantásticos ineludibles para el lector que, ni se siente amenazado, ni resta importancia al relato en modo alguno al tropezarse con ellos. De hecho, no importará en realidad en este libro si el ferrocarril es o no real, ni siquiera cómo son los lugares en los que para; lo importante de cada lugar, de cada estación, es esa suerte de cronología en el trato a la población afroamericana que nos deja Whitehead en esta historia. De este modo, y de una Georgia de pesadilla y torturas, llegaremos a Carolina del sur en la que, bajo buenas palabras, se esconden prácticas médicas terribles, llegando a Carolina del Norte y el genocidio que busca la supremacía de la raza blanca exterminando a la negra o ese Tennessee ardiente que nos presenta mientras una voz nos recuerda que no es la primera vez que sucede algo similar, puesto que si uno mira atrás, verá que los indios nativos también sufrieron una persecución y exterminio. De este modo, y estación tras estación, Cora va a tener delante de sus ojos un verdadero infierno que Whitehead no esconde a los ojos del lector, y que tampoco suaviza. De hecho, de entre todas las pesadillas, la mayor es la existencia de Ridgeway y sus hombres. Ridgeway con unos principios o ideales realmente terribles.

      The Underground Railroad es la historia de una heroína que emprende un viaje, una historia de esclavitud con todo el horror, torturas, dolor, miedo y humillación que ello implica que se transforma en una suerte de Thriller en el que los protagonistas huyen intentando evitar ser atrapados y el lector aguanta la respiración porque conoce las consecuencias que sufrirán si les atrapan. Es una novela terrible plagada de frases que uno no puede evitar marcar, con ese tono de novela entrada en años que facilita la lectura, llevándonos casi sin darnos cuenta página tras página. Cora se alza como una heroína que se rebela mientras Whitehead consigue que nos preguntemos qué hubiéramos hecho nosotros en el caso de nacer en su situación, y, en una novela plagada de juicios de valor, de juicios éticos y morales que en algunos casos nos pillarán por sorpresa, hace un despliegue de talento que convierte a esta novela en un gran libro que muestra una época oscura de una gran nación. Desde luego, no es una novela de esclavos al uso, no hay sentimentalismos, y tiene, y lo digo sin dar más pistas, un cierre redondo como hacía tiempo que no me encontraba.

     The Underground Railroad ha sido una lectura que he paladeado y disfrutado. No puedo hacer menos que recomendárosla. Tomad nota.

     Y vosotros, ¿hay algún libro que estéis esperando para la rentrée?

     Gracias.

     PD: Este libro será publicado en septiembre por Literatura Random House con el título El Ferrocarril Subterráneo.


jueves, 13 de julio de 2017

4 3 2 1. Paul Auster


     "According to family legend, Ferguson's grandfather departed on foot from his native city of Minsk with one hundred rubles sewn into the lining of his jacket, traveled west to Hamburg through Warsaw and Berlin, and then booked passage on a ship called Empress of China, which crossed the Atlantic in rough winter storms and sailed into New York Harbor on the first day of the twentieth century."

     Decir que medio mundo esperaba el nuevo libro de Paul Auster seria, sin lugar a dudas, una exageración, pero sí es cierto que Auster tiene lectores incondicionales que se cuentan por legiones y que muchos lo esperábamos hace ya años. Hoy traigo a mi estantería virtual, 4 3 2 1.

     Conocemos a Archie Ferguson, un niño judío, hijo único, que nace en Newark en 1947, mismo año que Auster dicho sea de paso, y lo acompañamos a lo largo de sus primeros veinte años siguiendo fielmente la premisa "y si...". Mientras lo acompañamos seremos testigos de algunos hechos que han marcado la historia contemporánea de los estados unidos y veremos sus reacciones ante ellos.

     Hay veces en que una novela es difícil de explicar. Si yo ahora, por ejemplo, quisiera explicaros el origen del protagonista de esta historia, lo tendría fácil: tan solo hay que leer el primer párrafo de este libro que cuenta con más de ochocientas páginas. Allí Auster nos habla de los abuelos de Archie y su llegada a América. Pero, a partir de aquí la historia se complica, ya que Auster, al igual que ya hiciera Kate Atkinson en Una y otra vez, explora las distintas elecciones y caminos que tomamos en nuestra vida. Y lo hace siguiendo un riguroso orden cronológico en el que, como si estuviéramos ante una suerte de bildungsroman desplegable, veremos la evolución de Archie, desde su infancia hasta la veintena, dada por los caminos elegidos. A fin de cuentas, lo que el autor ha decidido mostrarnos en que todos y cada uno de nosotros, nos hacemos a nosotros mismos en función de nuestras propias decisiones, las cuales no han de ser siempre acertadas. Hay, por supuesto, elementos constantes, como son el amor ya sea por su madre, o por Amy, pero lo que hace interesante la premisa, es esa constante que se desdobla en un libro en el que también lo hacen los capítulos, de tal modo que el Capítulo 1, por ejemplo, será el 1.1, 1.2, 1.3 y 1.4. Y ahora creo que ya empezáis a comprender lo que quería decir con un libro complicado.

     Auster opta por fijar determinadas características en su personaje, manteniéndolas inalterables y prefiere mover sus gustos deportivos o las personas con las que entabla relación a medida que va creciendo. No tiene para ello problemas incluso en mudar a Archie y Rose en una de las versiones. Además, y como si el destino tuviera mucho que decir en las vidas de las personas, hay paralelismos entre sus versiones de la realidad, de tal modo que la familia vivirá en un suburbio, aunque sea diferente, en todas ellas. Luego en cambio, el autor duda de su propia elección, o tal vez intenta que el lector no confunda las versiones de una vida que nos está presentando, y opta por diferenciar a las distintas familias, generando una suerte de contrasentido que, eso sí, tal vez sea mucho más realista que el punto de partida inicial, pero que nos deja a nosotros con la inseguridad de saber qué punto de los dos sería el más acertado en el caso de poder desplegar las consecuencias de cada una de las elecciones que vamos tomando cada día.

     4 3 2 1 es una novela mastodóntica, casi un experimento pese a que el sentido del humor, las características comunes entre autor y protagonista y el reflejo social y recorrido por algunos momentos importantes de la historia tan habituales ya en la obra de Auster, están muy presentes en el libro. Y, como suele suceder con los experimentos, y más si uno ha leído la ya citada novela de Atkinson en la que la autora maneja los tiempos con una maestría considerable, se arriesga a fallar y a ratos lo hace. El contexto sociopolítico, las revueltas, Vietnam, los Kennedy, la igualdad... y las distintas reacciones que provocan en su protagonista, ya hacen del libro una opción interesante, sin embargo, uno no puede evitar salir de la lectura con la sensación de estar ante un intento fallido de algo que podría haber sido una gran obra. O tal vez sea cierto eso de que hay ideas que, pese a ser buenas, son realmente inabarcables, y el gran fallo de este libro sea precisamente eso. Nos harían falta muchas más versiones y eso sería imposible de explicar y aún más de escribir. Me queda claro el mensaje: somos la suma de las decisiones tomadas, de los caminos elegidos y de la vida que vamos llevando y, si cambiásemos cualquier cosa de nuestro pasado, no seríamos nosotros mismos a día de hoy. Pero ese mensaje queda diluido en un personaje con demasiados rasgos inalterables. Personalmente, creo que no es la mejor novela de Auster. Y eso, después de 7 años de espera, es algo que lamento tener que decir así. Me hubiera gustado terminar diciendo que ha sido un gran placer el reencuentro con sus letras, pero en este caso, faltaría a la verdad.

     Y vosotros, ¿hay algún autor al que estéis esperando su próxima novela con impaciencia?

     Gracias.

     PD: La versión en castellano de este libro, llegará a las librerías el próximo mes de septiembre.

martes, 11 de julio de 2017

Mi amistad con Jesucristo. Lars Husum


     "La primera vez tengo quince años y lo hago porque estoy enamorado de Miriam, la Pelirroja. Tiene unas tetas enormes, cuatro pecas en la nariz y encima es testigo de Jehová. Me encantaría hablar con ella, pero no me atrevo a dirigirle la palabra en todo el noveno curso. Miriam sabe lo que siento porque la sigo a todas partes, y no solo en el colegio."

     Creo que sigo sin saber qué me llevó a comprar este libro. Posiblemente fuera lo confusa que me dejó la sinopsis, despertando mi curiosidad. En todo caso, hoy traigo a mi estantería virtual, Mi amistad con Jesucristo.

     Conocemos a Nikolaj porque nos cuenta su historia. A los catorce años se queda huérfano de padre y madre y vive con su hermana So. Su madre era una famosa cantante danesa que les deja una fortuna y unos abuelos con los que no tiene relación alguna por los maltratos a los que él le sometía.A partir de ese momento, Nikolaj entra en una espiral de violencia y destrucción fomentada por malas compañías que destrozan lo poco que queda de bueno en su interior. Al menos, hasta que un día un hombre que se presenta como Jesús le insta a cambiar totalmente de vida.

      De todos los libros inclasificables que me he leído en lo que va de año, este está en primera posición sin duda alguna. No sabría precisar el estilo literario por el que opta el autor, y lo más cercano si tuviera que hacerlo, serían aquellas películas pertenecientes al movimiento "Dogma 95". Dicho así puede resultar extraño, pero no lo es tanto al mirar la trayectoria del autor y su relación con la obra de Lars von Triers. Así entramos en la vida de un niño que se convierte en un mal adolescente, el autor no le concede tregua a lo inexplicable y no le ampara en las desgracias sufridas. La violencia, la crueldad y el egoísmo son solo alguno de los rasgos de una persona vil que no tiene reparos en pegar una paliza a un niño sin motivo aparente. Ese descenso a los infiernos de la infelicidad que pudre todo lo que toca, se plantea como algo inevitable, como una plaga que se extiende alrededor de Nikolaj por decisión del propio protagonista. La lectura es algo terrible, cruel. Y entonces aparece Jesús diciendo: Soy Jesucristo y he venido a hacer de ti una persona mejor. El lector parpadea perplejo  y relee comprobando que, efectivamente, eso es lo que pone. Y no puede evitar reír (como en tantas otras ocasiones que nos cogen desprevenidos a lo largo de la novela) sin terminar de comprender del todo el sentido del humor del autor. Vaya ahora por delante que ese encuentro hace que el protagonista decida enderezar su vida y la novela, pese a que puede parecer que acabará convirtiéndose en una apología para la redención y el perdón, no termina de coger el punto del buenerismo, así que tranquilos, no es una novela de autoayuda. Casi podría decirse que no es ni siquiera una novela, sino un chaval contando su vida cuando aún está perdido en ella. Con una ira que no es capaz de canalizar y una fuerza que en cambio sí que sabe utilizar. Un camino seguro a la autodestrucción del que somos testigos en primera línea sin tener claro si queremos, o merece, ser salvado.
     Me ha llamado la atención que la religión no juega en realidad un papel importante en el libro como pudiera parecer por el título o la sinopsis. Y también que yo me había imaginado a este Jesucristo, pese a la moto de la cubierta, como una suerte de Jeff Bridges en chanclas con pantalón corto y camisa de flores, escondiendo una botella de bourbon barato en una bolsa de papel. Así que he releído un par de pasajes y me he encontrado con las duda sobre la moto de la cubierta, ya que en ninguna parte pone que Jesús la utilice. Y en cambio sí habla de las chanclas. Supongo que la imaginación es libre, y el autor deja determinados puntos a gusto de cada cual.

      El resultado en Mi amistad con Jesucristo en una suerte de confusa revisión al tema del adolescente maldito que bien pudo comenzar con Holden C. y que ha sido repetido mil veces, solo que llevado al máximo extremo posible sin llegar a caer en la caricatura. Desde luego, es inclasificable. De esos libros que uno recomienda a contadas personas, por miedo a no acertar. Pero, ¿quién dijo miedo?

      Y vosotros, que ayer no pregunté, ¿qué libro estáis leyendo esta semana?

     Gracias.

lunes, 10 de julio de 2017

Latidos. Franck Thilliez


     "Una joven automovilista de veintitrés años, implicada en un accidente de coche, ha sido encontrada muerta varias horas después del suceso, a un kilómetro escaso de su domicilio familiar, a las afueras de Quiévrain."

     Hace ya unos cuantos años que vengo siguiendo la saga de Thilliez protagonizada por Sharko y Lucie, así que era cuestión de días que comprase Latidos.

     En esta ocasión conocemos a Camille, una mujer de la gendarmerie que ha sufrido un trasplante al corazón. Ella comienza a sentir deseos que antes no tnía, que interfieren en su vida, y eso hace que investigue sobre percepciones sensoriales en donantes y comience a buscar al que fuera propietario del corazón que ahora late en su pecho. Mientras tanto, Sharko y Lucie disfrutan de sus gemelos cuando llaman al primero por una joven encontrada encerrada bajo un árbol. Ciega, desnutrida y sin nombre, será el comienzo de un caso espantoso en el que se cruzará con Camille.

     Esta vez, Thilliez parece haber optado por darle protagonismo a una tercera persona frente a la ya conocida pareja de Sharko y Lucie. Camille, no sólo lleva una gran parte de la carga del libro, sino que no la pierde frente a la aparición de los protagonistas de la salva, sirviendo además como llave para conocer a otros personajes un poco mejor. Sin embargo, Thilliez en esta ocasión ha caído en un tema ya tratado en muchas ocasiones y le ha faltado una cierta originalidad en el enfoque. Si bien es cierto que esa suerte de toque paranormal en la hipersensibilidad de Camille le da un cierto interés sin restarle seriedad a la trama, luego Thilliez opta por asegurar un argumento que, al destaparse demasiado pronto, se convierte en una caza. Esto provoca que el ritmo sea irregular, a ratos incluso lento, pese a sus intentos por mostrar un interés surgido en un instante, por el bienestar de Camille a quien, teniendo en cuenta la trayectoria de otros personajes de la saga, ha querido meter "hasta la cocina" demasiado rápido.
      Si nos basamos en la trama, Thilliez deja lagunas, le falta argumentar con un poco más de base algunas de sus opciones, y el final es demasiado abierto como para poder establecer si es un libro redondo o no. En definitiva, Latidos no es ni de lejos la mejor de las novelas de un escritor que, hasta este momento, se caracterizaba por la meticulosidad en la documentación y la precisión a la hora de narrar y que, en este caso, ha perdido esa sincronización al acercarse más al drama personal que a la novela negra, quedándose en, simplemente, oscura.

      No dudo que Latidos sea una buena opción para quienes no conozcan otras obras del autor, de hecho, podría leerse sin haber leído los anteriores, aunque la trama personal de su pareja protagonista se vería seriamente perjudicada. Sin embargo, para mi ha supuesto una decepción y se queda en, simplemente, entretenida. Sin más.

     No cabe duda de que, a medida que las sagas suman libros, mantener la calidad se vuelve un reto. Decidme, ¿vosotros sois lectores de sagas o preferís libros autoconclusivos?

    Gracias.

sábado, 1 de julio de 2017

Entrevista con Luca D'Andrea


     Luca D'Andrea nace en Bolzano (Italia) en 1979, lugar en el que reside y realiza su trabajo como profesor.  Tiene en su haber la trilogía juvenil Wunderkinde, así como el guión del documental Mountain Heroes sobre el equipo de rescate alpino germen de su primera novela, La sustancia del mal, cuyos derechos han sido vendidos a más de treinta países incluso antes de su publicación. Finalmente se publicó en Italia en el año 2016, entrando directamente 

- En su trayectoria, primero llega la novela juvenil, después el guión y por último la novela adulta, ¿recuerda cómo surge la idea de La sustancia del mal? 
- Bueno,ha sido un descubrimiento lento. Una trayectoria un poco común a todos los que nos hacemos adultos y, poquito a poco vamos viendo lo que forma parte de nuestro ADN. Siempre he sido un gran lector de thriller o, bueno, un cierto tipo de narrativa muy oscura, probablemente porque ahí dentro de alguna parte, hay un lugar muy oscuro, quién sabe, del que nacen las historias.
La idea nace después de la experiencia como documentalista en Socorro Alpino, en las emergencias alpinas que me obliga a revisar mi concepto del bien y el mal, de vida y muerte, de amistad. O sea, lo que forma parte de nuestro código moral. Y me doy cuenta de que quiero hablar justo de eso, no tanto la montaña, que es una parte importante también de la novela, sino más bien la fotografía del momento en el que el código moral de una persona, se rompe.
- Las montañas en su libro son mucho más que un lugar accesorio, ¿cómo decide elegir este entorno y utilizarlo además de esa manera? 
- Bueno, pues primero fue la revisión de esta fuerte experiencia que acabo de contar, y luego yo he nacido en la montaña porque Bolzano es una pequeña población de los Alpes, y además porque creo que la naturaleza , la ambientación, tiene que ser protagonista de alguna manera. Creo, que desde este punto de vista, si vemos los libros de Jeffrey River, vemos que en estos libros Nueva York es casi un ser vivo.
- Las Dolomitas es una zona casi de postal que usted convierte en un lugar con un aire que recuerda a esos escenarios que representaba Stephen King, y me surge una duda, ¿hay algún hecho en el que se basara para construir la historia? 
- Bueno, yo creo que habría que recordar algo. A saber, la composición geológica de los Domomitas es una geología llena de fósiles, que son animales muertos. Es decir que son unas montañas maravillosas, pero también un enorme cementerio. La Garganta del Bettlebarg dentro del libro es extraordinaria, es espléndida porque permite viajar quinientos millones de años en el tiempo , pero de muerte, de especies extintas, y esto es típico de la naturaleza, lo que nos parece bonito, es extremadamente cruel muchas veces, como esas flores tropicales que son preciosas, llenas de colores preciosos y perfumes maravillosos, pero sirven para matar insectos.
Y a partir de eso, y centrándome en la cuestión, yo creo que hay que distinguir entre lo que es la ficción y lo que es la realidad. Yo Nunca lograría escribir un auténtico crimen un true crime como dicen los ingleses, un crimen real. Porque no querría olvidarme de que las víctimas son personas reales, sin embargo las víctimas de mi novela no son personas reales son personajes de ficción. Y la ficción permite desmontar todo sin hacer daño. 
En mi vida, he visto también violencia, por supuesto. Cuando era niño en el alto Adigio, en mi región, y en mi ciudad en Bolzano, y más compretamente en mi barrio de Bolzano había terrorismo separatista, y me acuerdo de niño de las bombas, de las peleas por motivos étnicos que estallaban. Y ya de adulto el trabajo del documental de la montaña, te lleva también a ver la muerte porque el alpinismo es un deporte muy peligroso, la montaña es un entorno hostil. Así que directamente no hay nada de todo esto y luego indirectamente por supuesto me ha influído...
- Las novelas en las que quien investiga no pertenece a la policía son cada vez más frecuentes, ¿cree usted que el lector se siente más cercano a este tipo de personajes? 
- Sí, ciertamente es así. Y también porque no sé cómo es en España pero en Italia la policía no trabaja como la policía americana de las películas, no? ese inspector Callaghan que sigue un caso durante años, no existe en Italia. La delincuencia, desde el punto de vista de la policía, es una serie de trámites burocráticos, y eso raramente  nos lleva a un interrogatoio como el que vemos en televisión. Y la violencia que conocen casi nunca es el del asesino en serie o la delincuencia refinada. Un amigo que es policía, una vez me dijo que el 90% de los casos que se resuelven, se resuelven por la torpeza de los delincuentes. 
- El mal, como concepto, parece importante en su libro, pero también el pasado, ¿da más miedo el pasado o el presente? 
- Bueno, tal vez el presente. Pero simplemente porque si estoy aquí es porque he sobrevivido al pasado.
- Los guiños literarios me hacen pensar que usted es un gran lector, no hay más que fijarse en la profesión y o el apellido del protagonista, ¿Salinger se debe al escritor o ha sido una casualidad? Y aún así,¿quienes son sus escritores de referencia? 
- Bueno, lo raro de esa rara cosa que se llama inspiración y creatividad, es que es completamente irracional. En realidad Salinger se llama así porque el personaje se llama Salinger. Cuando termino el libro, pienso en cambiar  el nombre en un momento dado, pero como Salinger es un grandísimo escritor que me gusta  muchísimo, pienso que Salinger se verá como un homenaje y entonces decido dejarlo así. 
Y luego sí que soy un lector empedernido, pero creo que por cada página que escribes en tu libro tienes que haber leído por lo menos cien libros. Hay muchísimos escritores de referencia que me han influído. algunos los periodistas los han detectado Jo Nesbo, Stephen Kingm pero hay muchos otros como James Ellory. Me gustaba un escritor americano de los 50 Jim THompson, que fue un gran escritor y un gran guionista (aunque bebía un poco demasiado y murió demasiado joven). Pero es difícil encontrar el ADN de la escritura, es mejor que lo digan los demás.
- Y es imposible no preguntar, además, cómo se siente con el éxito obtenido, cómo lo vive a día de hoy que hace precisamente un año desde que comenzara su andadura en las librerías en 2016. 
- Gracias por las felicidades de cumpleaños. 
Bueno fue un shock al principio, como puedes imaginar. Por fortuna soy una persona que está con los pies en la tierra, bien plantados y simplemente he intentado mantener mi vida lo más normal posible. Personalmente soy muy esquivo y por eso no viajo, no me agrada viajar, no hago muchas presentaciones e intento mantener mi rutina normal, prepararme la comida y escribir las extrañas historias que se me  ocurren.
- Y un proyecto de adaptarlo a la pantalla, según tengo entendido, en firme. ¿Nos puede explicar un poco este tema? 
- Bueno en realidad  en cuanto a las serie de tv  soy la última persona a la que se le puede preguntar porque, desde el principio, he dejado claro que no quiero saber nada. yo no soy el guionista, no es mi trabajo y quiero divertirme sobre todo viendo como otra persona o el director van a interpretar y van a contar mi historia. Así que no quiero saber nada hasta que no encienda la tele.
- ¿Está pensando ya en una nueva novela o de momento se deja llevar y disfrutar de las experiencias que le está proporcionando La sustancia del mal? 
- Bueno pues poco antes de venir aquí ha España he entregado mi nueva novela que saldrá en octubre en Italia. Es un thriller construido de forma diferente a La sustancia del mal porque creo que repetirse es muy aburrido y, si yo me aburro, el lector también se aburre Y esto es lo último que hay que hacer, Va a tenerr un ritmo más acelerado, más rápido y tal vez un poquito más oscuro en comparación con La sustancia del mal; porque en esta nueva novela quería mostrar un poco más de luz y, la luz la ves mejor en la oscuridad.
- Por último, me gustaría saber qué libro está leyendo ahora. 
- Estoy leyendo un ensayo que se llama Homo Deus.

     Agraceder a Luca su tiempo, ha sido un placer leer La sustancia del mal, un libro con misterio, giros y ritmo que, desde aquí recomiendo a cualquier lector con ganas de pasar un buen rato. Y, como siempre, gracias a todos los que pasáis por aquí.

     Pd. La próxima semana, este blog permanecerá cerrado por vacaciones. Disfrutad.